Con una rosa en una mano y en la otra la mano de Karol G, Amaia Montero (Guipúzcoa, 47 años) subió al escenario a cantar «Rosas», el himno que llevaba por bandera durante su temporada como vocalista en la Oreja de Van Gogh, en el segundo concierto de la artista colombiana para sorprender, aún más, con la llegada del fenómeno de «la bichota» a España y posiblemente, ¿para abrir su vuelta a los espectáculos después de dos años de recuperación?
Diversos mensajes encriptados han volado por las redes sociales de la cantante de Irún. Pistas que sus fans más fieles han interpretado como una posible vuelta con la banda de su vida 17 años después de su ruptura como grupo y artista, debido a sus problemas de adicción y de salud mental. Muchos rumores han ido de boca en boca diciendo que la primera de la Oreja de Van Gogh iba a volver a sostener el micrófono junto a sus antiguos amigos y compañeros de escenario. Sin embargo, ahora comprendemos que estas palabras cruzadas iban dedicadas a su vuelta al mundo del espectáculo, concretamente en un Bernabéu abarrotado junto a la artista colombiana que ha superado a Taylor Swift en la capital y delante de un público de más de 60 mil personas teñido de rosa simbolizando aquellas ‘mil rosas’ que todos recibieron con sorpresa y ‘con la carita empapada’.
Tras una larga temporada de adicciones y depresión desde que abandonó la banda que le dio voz, Montero ha subido al escenario con un aspecto recuperado y descansado. Parece que estos dos años de recuperación y lejos de los escenarios le han sentado estupendamente. En 2021, después de sufrir «un fuerte cuadro de estrés y ansiedad» ingresó en una clínica especializada en salud mental y por lo que se pudo escuchar ayer en Madrid, la artista vasca está cada vez más preparada y ansiosa para su regreso en solitario al espectáculo.
Hace unas semana subió en su Instagram una historia en la que mostraba una fotografía de la chaqueta que usó en el videoclip de Puedes contar conmigo con la enigmática frase: «Cada día me repito que no queda tanto». Lo que hizo saltar las alarmas de una España en la que tanto la Generación X (1969-1980) como los Millenials (1981-1993) y la Generación Z (1994-2010) celebraron todos juntos la vuelta de un posible milagro nostálgico. En cambio, se refería a su renacer como artista y no como banda.
El 27 de junio el guitarrista de la banda Pablo Benegas zanjó en el El Periódico de España este tema con unas declaraciones no muy agradecidas por los fans: »La relación es buena, pero no tendría sentido. Tiene un punto demasiado comercial y nosotros no estamos ahí. Queremos seguir escribiendo canciones. Cada vez nos cuesta más, buscando las mejores palabras y melodías. Es nuestro principal motor». Además, el artista concluyó sus declaraciones con el recordatorio del cierre de su nueva gira junto a su vocalista desde 2007, Leire Martínez.
Con un vestido azul y blanco y con los rumores aclarados, se ha dado pie al renacer de una de las cantantes más icónicas de principios de los 2000, haciendo inolvidable una noche calurosa de julio de la mano de una de las reggaetoneras del momento y abriendo la puerta a la esperanza de su vuelta a los micrófonos en solitario.