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Lonbali: «Sorprender e innovar son las claves de nuestro negocio»

Adriana Lima fue una de las primeras top internacionales en llevar Lonbali. Era el año 2019 y luego llegó la avalancha. Nieves Álvarez, Vicky Martín Berrocal, Paula Echevarría, Anne Igartiburu, Las Pombo… No había influencercelebrity o socialite que se resistiera a los diseños de los tres hijos de Purificación García, María (44 años) y Sole (42) –fruto de la relación con su primer marido, Daniel Álvarez, un técnico de televisión uruguayo con quien arrancó una empresa de importación de pieles– y Marc (34) –nacido de su relación con su segundo marido, Albert Caballé, directivo de Value Retail–.

Cuando todo empezó, hace ahora ocho años, María vivía en Londres y se dedicaba al mundo de las finanzas; Sole trabajaba en Barcelona como manager del cantante y compositor José Carreras durante su etapa en los Tres Tenores y Marc había abierto un bar de tapas en Bali. Sus distintas trayectorias no impidieron que los tres hermanos se unieran para dedicarse a lo que habían mamado desde la cuna: la moda y el diseño. Sus bolsos Lonbali son la prueba.

¿Qué es lo mejor y lo peor de trabajar en familia?

Tiene sus luces y sus sombras. La confianza que compartimos como familia es una fortaleza clave en nuestro trabajo, pero puede llevar a conflictos y malentendidos si no se manejan bien. Hay veces en las que es complicado separar los asuntos personales de los profesionales. Cada uno tenemos nuestra manera de pensar y trabajar, pero en los momentos más difíciles siempre hemos sido una piña, nos apoyamos incondicionalmente.

¿Qué habéis aprendido de vuestra madre, Purificación García?

No aceptar un «no» por respuesta. Ella nos ha enseñado lecciones que aplicamos en nuestro trabajo diario y que tenemos muy interiorizadas: No rendirnos nunca y ser constantes en nuestro esfuerzo; ser inconformistas y siempre buscar el mayor potencial en lo que hacemos. 

Albert Caballé [padre de Marc] también se dedica al retail. ¿Qué habéis aprendido de él?

Resiliencia. Y, por encima de todo, ser profesionales éticamente responsables: “Dormir con la conciencia tranquila”. Su habilidad para tratar con la gente de manera transparente y sincera es algo que valoramos mucho. Nos ha enseñado a ser más cautos y medir los riesgos, algo fundamental en un proyecto como este.

¿Cuál es el mejor consejo que os han dado?

Nos han dado muchos, pero éste en concreto representa la actitud con la que defendemos Lonbali: “Es mejor arrepentirse de algo que no arrepentirse de nada.» Este consejo nos ha animado a tomar riesgos calculados y a no tener miedo de perseguir nuestras ideas y proyectos. 

¿Cuál ha sido vuestro principal aprendizaje en estos años?

“Nadie te va a regalar nada”. Mantenerse relevante e interesante en un mercado tan competitivo requiere estar muy despierto y ser tremendamente atrevido y abierto al cambio. 

Fuimos pioneros en la personalización de nuestros bolsos, y sabemos que tenemos clientas muy fieles y que siguen apostando por nuestros diseños. Pero también es verdad que no creemos en depender siempre de lo mismo. Sorprender, innovar… son aspectos vitales de un negocio como este. 

¿Cuál es la parte más dura de ser un emprendedor?

La incertidumbre constante y la necesidad de tener visión a largo plazo. Así como la vida puede cambiar en cuestión de segundos, una empresa también lo puede hacer con una simple decisión. Aunque también es verdad que esa incertidumbre te mantiene vivo y despierto, gestionar un negocio requiere tomar decisiones críticas, y requiere un esfuerzo y dedicación constantes, sin garantías de éxito inmediato. Se necesita paciencia para esperar los beneficios futuros. 

¿Cuál es vuestra principal fuente de inspiración a la hora de diseñar?

El equipo de diseño de Lonbali cuenta ahora con una incorporación en el campo del diseño de producto muy importante, y eso le da un plus enorme a la marca. Este departamento encuentra inspiración en una infinidad de mundos: en el arte contemporáneo, la escultura, la pintura, la arquitectura, las formas naturales y geométricas. Analizar el punto asthetic de un producto determinado es un ejercicio muy interesante, explorando tanto colores como formas. La moda urbana y últimas tendencias son fuentes de inspiración importantes, pero también lo puede ser el cine o la joyería. Nuestro objetivo es crear diseños que sean atractivos y funcionales, sin perder el enfoque comercial.

¿Cuál es el rol de cada uno en la empresa? ¿Cómo decidisteis cada papel?

A medida que la empresa ha crecido, nuestros roles han evolucionado para adaptarse a las necesidades de la marca. En nuestros inicios éramos muy pocos y cada uno tenía que abarcar muchas tareas, ahora esto va cambiando conforme ampliamos equipo especializado en cada campo. 

A día de hoy, Marc, aunque también tiene una faceta creativa que no desarrolla tanto en su día a día, maneja la gestión y la operativa de la empresa, los planes de crecimiento de Lonbali, además de asegurar que nuestra cadena de suministro funcione sin problemas.

Sole es responsable de la rama más creativa de la marca: diseño, comunicación y dirección artística: “Mi experiencia previa con mi propia marca de ropa, Sayan, me permiten liderar la visión creativa de Lonbali y asegurar que se mantenga relevante y atractiva para nuestros clientes”.

María forma parte del Consejo de la marca y es accionista, aunque no reside en Barcelona. Aporta su experiencia como abogada fiscalista para asegurar que la empresa se mantenga en una buena salud financiera y cumpla con todas las normativas. 

¿Por qué y cómo se os ocurrió crear una marca de bolsos?

Surgió en una conversación entre hermanos. Sole ya había dado sus primeros pasos en el sector de la moda con su marca Sayan. Sin embargo, al buscar introducirnos en el mundo del ecommerce, decidimos centrarnos en productos que nos ofrecieran más versatilidad, como los bolsos y accesorios. Vimos que a largo plazo tendría mayor proyección y más oportunidades de crecimiento.

A raíz de esto, fue durante un viaje cuando tuvimos la idea de crear un bolso como el de Lonbali. Viajar siempre ha formado parte de nosotros y de nuestra forma de vivir y trabajar, y vimos la necesidad de crear un bolso versátil que se adaptara a las necesidades de una mujer viajera. Nosotras mismas éramos las primeras en querer algo así. Queríamos algo funcional que pudiera ser usado en cualquier ocasión sin renunciar a tener estilo: Un bolso pensado para una mujer todoterreno. 

Cada uno de nosotros vivía en una ciudad diferente en aquel entonces: Londres, Barcelona y Bali, lo que nos dio una perspectiva global y diversa de lo que queríamos plasmar en nuestros diseños.

En esta trayectoria de ocho años: ¿Cuál ha sido el mejor momento y cuál el más complicado?

Aquí tenemos diferentes maneras de verlo. Siempre vamos a tener en la cabeza el momento del primer pedido de Lonbali, cuando no teníamos nada y éramos cuatro gatos. O la primera vez que vimos un Lonbali en el aeropuerto. Las “primeras veces” son momentos increíbles que no pueden competir con otros. Pero también ver cómo la empresa crece y a día de hoy esos cuatro gatos ya son 40 personas en plantilla es algo muy reconfortante. Nos sentimos muy orgullosos echando la vista atrás y viendo cómo ese primer pedido se ha convertido en más de 160 pedidos al día. 

¿El momento más difícil? Los inicios siempre son desafiantes, y claro que recordamos los días en los que no recibimos tantos pedidos como esperábamos, o la incertidumbre sobre si el proyecto tendría éxito. Pero destacaremos la época COVID como el momento más duro de la marca. Nos situó en una escena muy complicada que por suerte a día de hoy solo recordamos. 

¿A qué os dedicabais antes de centraros en este proyecto?

Tenemos trayectorias totalmente diferentes. De los tres, Sole es la única que ya trabajaba en el mundo de la moda. Y antes de emprender también trabajó una larga temporada como manager del cantante y compositor José Carreras durante su etapa en los Tres Tenores. 

Marc trabajó durante unos años en Roca Sanitarios y después cambió por completo su camino y apostó por el mundo de la hostelería abriendo un restaurante de tapas en Bali. Y María trabajaba en banca de inversión y anteriormente en algunos de los mejores bufetes de abogados.

¿Qué famosos llevan vuestros bolsos y cómo ha repercutido en vuestra marca?

Pocos sabrán esto, pero Adriana Lima fue de las primeras Top Models internacionales en llevar Lonbali gracias a Ana Antic, quien le descubrió la marca en 2019. Es curioso ver cómo el mundo de las celebrities y su repercusión han cambiado tanto durante este tiempo. Hay muchas influencers y celebrities que han respaldado a Lonbali y siguen haciéndolo. Nieves Álvarez fue la primera Top Model española en llevar nuestros bolsos y recordamos esa primera colaboración con muchísimo cariño. Nieves Álvarez, Rocky Barnes, Vicky Martín Berrocal, Paula Echevarría, Anne Igartiburu, Las Pombo, María Frubies, Carmen Lomana… Hay muchísimas no podríamos nombrar a todas en una respuesta corta.

Cada uno vive en una ciudad. ¿Dónde vive cada uno, qué os ha llevado a instalarse en ella y por qué?

En nuestros inicios, como hemos mencionado anteriormente, vivíamos en países diferentes: Londres, Bali y Barcelona. De ahí surgió el nombre de la marca y el isotipo, que es una combinación del panot y la flor de loto. Hoy en día, María reside en Lisboa, Portugal, donde lleva viviendo unos cuatro años. Marc regresó a Barcelona cuando lanzamos el proyecto, donde ya residía Sole. Era la mejor manera de gestionar la empresa desde su sede central.

¿Qué proyectos tenéis para este otoño y para el año que viene?

Estamos trabajando en diferentes proyectos muy emocionantes para este otoño y el próximo año: aperturas de nuevas tiendas a nivel nacional, corners en nuevos espacios en centros comerciales… Y queremos llevar el éxito de Lonbali más allá de España. Esto supone la entrada en el mercado B2B wholesale para expandir Lonbali internacionalmente, participando en las siguientes ediciones de París y Milán. Planeamos introducir la marca en El Corte Inglés de Lisboa y expandirnos a mercados latinoamericanos como México, Colombia y Chile. También tenemos la mira puesta en países europeos como Portugal, Francia e Italia, sin olvidar los mercados escandinavos, que tienen un gran potencial. Además, estamos buscando socios estratégicos en el sector retail para entrar en otros mercados de manera efectiva.