Pasada la marea toca recoger la cosecha. Sonidos Líquidos es un festival boutique ecosostenible que se celebra anualmente en las bodegas de La Geria, en Lanzarote.
La ficha técnica de cierre nos deja 2.800 ‘Soniders’ –sold out casi desde el inicio de su venta-; un cartel de lujo –Xoel López, GusGus, Ale Acosta, Nala Rami, Deadletter, Carlangas y los Cubatas, Calenqui y las Panteras, Ley Dj…-; ninguna incidencia y una satisfacción masiva –público, bandas y organización- por un festival en el que todo el mundo quiere repetir y repite.
Sonidos Líquidos se fundamente en tres pilares: la música, la etnogastronomía y cultura local y el entorno. Este, el entorno, es como una banda más a la que miman y protegen. Sonidos Líquidos se encuentra rodeado de volcanes, en el que la malvasía, una de las cepas más antiguas que se conocen, intenta emerger protegida por conos excavados en el picón del magma.
De la gastronomía y cultura local da buena cabida su nombre original. En 2011, cuando nace, el festival se llamaba ‘Sonidos Líquidos. Una experiencia musical enogastronómica’. La primera parte del naming se mantiene -Sonidos Líquidos- la segunda, la experiencial, ha perdido el apellido pero se disfruta en el propio evento. Festival de paladar y para tomar.
Entorno y gastronomía flotan con la música y las buenas vibraciones.
Del cartel, destacar a Ale Acosta con una performance de visuales rompedora y sumamente cuidada. La electrónica en España debería pararse por lo menos hasta sentir lo último de Acosta. Jugaba en casa, primer disco en solitario –con el cariño de Fuel Fandango-, y con una sesión para recordar.
Bajado el telón hacemos balance con su director, Neftalí Acosta:
- Hacemos un balance muy positivo por la altísima respuesta tanto del público, como de los artistas, y por toda la repercusión mediática que hemos tenido. El balance es muy muy positivo.
Sonidos Líquidos ha sido galardonado por su contribución a la sostenibilidad. ¿Qué significa este reconocimiento y cómo influye en su planificación anual?
- La sostenibilidad es uno de los ingredientes fundamentales del festival. El hecho de hacerlo en un lugar como La Geria, al lado del Parque Nacional del Timanfaya, donde ponemos en marcha una serie de medidas protectoras del entorno, hacen que sí o sí estemos muy concienciados y mimetizados con la sostenibilidad.
El ADN lanzaroteño y las enseñanzas de César Manrique han hecho que pongamos toda la carne para trabajar de manera respetuosa con el medioambiente, también a nivel económico y a nivel social.
La sostenibilidad es nuestra pata fundamental a la hora de realizar y programar en el festival. Es un reto constante.
Como por ejemplo…
- Este año hemos tenido dos hitos. Para reducir la huella de carbono hemos puesto en marcha una acción con un vaso inteligente que hace seguimiento de su reutilización.
Además, hemos puesto en marcha un punto naranja para que personas con discapacidad auditiva puedan disfrutar del evento.
Son acciones que vamos implementando edición tras edición. Y lo hacemos también poniendo el foco en lo que se va desarrollando a lo largo del mundo entorno a la agenda 2030.
¿De qué manera promueven el consumo de productos locales y la filosofía de kilómetro cero?
- Sonidos líquidos nació para la promoción de los vinos de Lanzarote. Empezamos en 2011 en pequeñas bodegas de la isla donde poníamos música en directo a la vez que degustábamos el vino de la zona, maridados con productos gastronómicos también de la zona, por lo que el producto local es protagonista siempre.
Por eso el festival lo hacemos en medio del paisaje de La Geria, que es una zona reconocida vitivinícola en el mundo y, a partir de ahí, hemos ido desarrollando la promoción del producto km 0, la gastronomía a través de diferentes programas que existen en Lanzarote como Saborea Lanzarote, donde se está promocionando el producto local, los restauradores locales, y eso también implica a todo el empresariado insular, no solo productores, si no también cocineros y otras empresas en la isla.
El Consejo regulador ha sido nuestro partner desde el principio por la promoción de los vinos de Lanzarote, han estado siempre ahí porque han visto en Sonidos Líquidos una manera de promocionar los vinos de Lanzarote de una forma diferente que ha funcionado con éxito a nivel nacional e internacional.
Apoyando a las empresas locales…
- Más del 90% de las empresas que trabajan en Sonidos Líquidos son de Lanzarote y el resto de otras islas Canarias. La parte nacional se basa en los artistas, pero la economía local o circular es una de las grandes protagonistas de Sonidos Líquidos.
Las administraciones publicas también han visto a Sonidos Líquidos como una manera de seguir promocionando la isla, desde la rama cultural y la rama enogastronómica. Ha proporcionado un nuevo turismo que se ha vuelto atractivo y no es el típico de sentarse al sol o tirarse en la playa.
Al ser una isla reserva de la biosfera desde hace más de treinta años las administraciones tienen claro que hay que apoyar aquellas acciones donde el paisaje, el producto local y el respeto al medio ambiente sea fundamental, por eso creo que se ha logrado y los resultados están ahí ya que el 60% del publico viene de fuera de la isla, llegar a un turismo muy interesante que valora la apuesta cultural, sostenible y musical. La administración lo ha visto siempre como una plataforma de promoción acorde con el mensaje con el que se trabaja desde hace muchos años: de respeto con el entorno, la sostenibilidad, el turismo de calidad…
Una vez terminado el festival, ¿qué otras acciones se llevan a cabo - La semana después de Sonidos Líquidos celebramos un evento deportivo que se llama Wine Run, que lo que hace es, tanto a nivel carrera como caminata, ir por la zona de La Geria, por senderos controlados, por ese paisaje que es delicado y frágil, que hacen que sea muy atractivo.
Y también tenemos el programa Guardianes del Territorio que es un proyecto en el que el Cabildo trabaja en la recuperación de fincas abandonadas del entorno y en la rehabilitación de esas fincas.
Nosotros colaboramos a lo largo del año también con deferentes ONGs, tanto económicamente como dando visibilidad. Apadrinamos con empresas locales el proyecto Chaboco Natura, creando un jardín botánico que preserva especies endémicas de la isla, algunas en peligro de extinción.
Un festival con aforo hiperreducido. ¿Cómo balancean la necesidad de limitar el aforo para proteger el medio ambiente con la demanda de asistencia al festival?
- Ha sido un reto complicado porque somos un festival, una empresa, y buscamos nuestro beneficio económico. Desde que nacimos sabemos que La Geria tiene un límite y, desde hace varios años, especialmente hasta la pandemia, estábamos con un aforo de 3.200 personas y a la vuelta hemos empezado a reducirlo hasta llegar a los 2.800 de este año.
Ha sido un reto porque tenemos mucha demanda de entradas, cada vez las vendemos con más antelación, este año tres meses antes ya estaba todo vendido, y hay mucha presión de público que quiere venir. Pero tenemos claro que no queremos cantidad, queremos calidad. Y eso se traduce en que el público esté cómodo, en que a la hora de acceder a nivel logístico se accede solo en transporte público, con guaguas, y al reducir su número se reduce la huella de carbono.
Además, con menos aforo el público está cómodo tanto disfrutando de concierto, como en la parte etnogastronómica o de acceso a los baños. Esto nos lo han agradecido el público de este año y es la línea que queremos seguir. Ir al concepto de festival boutique, donde se prima la calidad de la experiencia y la comodidad del público, y eso conlleva una reducción del aforo, reordenar infraestructuras y acotarlas al espacio que tenemos.
Para nosotros sería muy goloso los aforos anteriores o irnos a otros sitos, pero ya no sería Sonidos Líquidos.
¿Qué significa para el festival haber obtenido la tercera estrella ‘A Greener Festival’?
- Una alegría inmensa porque ha sido el resultado de un trabajo desde el principio, pero de una manera ya muy profesional desde 2017 cuando se contrató a la consultora MJC Ambiental la cual nos ha acompañado y ha elaborado nuestros diferentes planes de sostenibilidad.
Lograr esta tercera estrella de manera consecutiva es un refuerzo y una consagración de nuestra línea en cuanto a la sostenibilidad. Saber que empresas auditoras externas especializadas en festivales en todo el mundo nos valoran así es motivo de orgullo y sigue siendo un reto para mantenerla año tras año y llegar a una cuarta que no es nada fácil.
¿Cómo se equilibra financieramente un festival boutique de altísima calidad, tan cuidado y detallista, con un cartel tan potente y respetuoso con el medio ambiente? ¿Cuál es la fórmula del éxito? Si se puede desvelar…
- Hay que ser claros y honestos. Si no tenemos colaboración público-privada, además de las entradas y consumos del público, esto no podría ser sostenible. Para nosotros es fundamental esta colaboración especialmente pública porque estamos en una isla, en Lanzarote, que no es de las dos islas capitalinas, que el simple hecho de montar cualquier evento o festival o concierto implica unos costes mayores que si lo haces en Canarias, Tenerife o cualquier ciudad de España. Por nuestra insularidad y lejanía. Eso las administraciones lo saben desde hace décadas, por eso apoyan de una manera u otra estos eventos. Por ejemplo, Promotur del Gobierno de Canarias, que ve este tipo de eventos como un polo de atracción turística. Incentiva a aquellos que van en la línea de ese turismo diferente. Si no tenemos este apoyo sería casi imposible realizar un evento 100% sostenible solamente con la aportación del público y consumos. Sería otro tipo de festival, con otro tipo de cartel.
A nivel privado tenemos marcas y empresas que se han alineado con nuestros valores y objetivos, y va subiendo esa colaboración.
Y luego los artistas, como les apetece tocar en un sitio tan especial y les tratamos bien, pues ayuda a que reduzcan sus pretensiones económicas.
¿Y en 2025, XV Aniversario… qué?
- 2025 ya está en marcha. Ya salimos con el lanzamiento de la fecha del año que viene que será el 7 de junio y con la venta de entradas. La verdad que la respuesta ha sido abrumadora. Hemos alucinado porque se están vendiendo las entradas a un ritmo muy bueno y aun sin anunciar ningún artista.
Estamos en negociaciones con varios porque los artistas cierran agendas a dos años vista, tenemos varios nombres con los que estamos hablando, artistas consolidados a nivel nacional, artistas internacionales emergentes, también queremos seguir con la línea de grupos locales… esto no para. Sin haber cerrado la edición de 2024, estamos trabajando ya en la de 2025 y sobre todo con la alegría de que apenas dos semanas después de lanzar la fecha la respuesta haya sido espectacular.
