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Lula vuelve a criticar que el Banco Central de Brasil congele los tipos de interés en el 10,5%

El presidente de Brasil, Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva, ha vuelto a criticar la decisión tomada la semana pasada por el Banco Central de Brasil de congelar los tipos de interés en el 10,5%, cuestionando si hay necesidad en mantener este nivel cuando la inflación se encuentra en el 4% interanual.

«¿El banco central tiene necesidad de mantener la tasa en el 10,5% cuando la inflación está en el 4%? ¿El banco tiene en cuenta que las personas están teniendo dificultades para lograr financiación? Continuo criticando los tipos de interés», ha manifestado este miércoles el mandatario brasileño.

Antes de la reunión de la semana pasada, Lula ya había arremetido duramente contra la entidad central, ante la posibilidad de que decidiera, tal y como hizo finalmente, la congelación de los tipos de interés.

En concreto, el presidente sostuvo que el país se encuentra en una situación en la que no se necesita el actual nivel de los tipos de interés, que resulta «prohibitivo» y «absurdo». «¿Cómo vamos a convencer a los empresarios de que hagan inversiones si los tipos de interés se encuentran en un nivel absurdo?», cuestionó.

Además, el presidente se dirigió directamente al responsable del banco central, Roberto Campos Neto, a quien ya ha criticado en anteriores ocasiones. En este sentido, Lula da Silva expresó que Campos Neto tiene «un lado político» y trabaja «para perjudicar a Brasil».

Por el momento, parece desconocerse cómo actuará el Banco Central de Brasil en sus próximas reuniones de política monetaria, ya que tras la última de este mes no ha querido adelantar en qué dirección se moverá.

Según se desprende del acta de dicha reunión de junio, divulgada el pasado martes, el banco es partidario de mantener una política monetaria contractiva durante un período de tiempo «suficiente» para consolidar no sólo el proceso de desinflación, sino también el anclaje de las expectativas en torno a sus objetivos.

En dicha acta, el banco descarta adelantar cualquier tipo de decisión futura o plazo concreto, apoyándose en un escenario macroeconómico que resulta «incierto» y «adverso», tanto a nivel global como interno.