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El jardinero que enseñó a Jensen Huang, CEO de Nvidia, la mayor lección profesional

Al priorizar su tiempo, el directivo afirma que puede centrarse en lo que más le importa: ayudar a sus empleados a crecer y desarrollarse.
Jensen Huang, CEO de NVIDIA. (Foto: NVIDIA)

La mayor lección profesional que aprendió Jensen Huang, cofundador y consejero delegado de Nvidia, vino de un jardinero que conoció en un viaje internacional, tal y como el propio empresario ha confesado.

Durante su discurso de graduación en el Instituto Tecnológico de California del pasado viernes 14 de junio, el empresario, según publica la CNBC, explicó que solía trabajar en uno de los centros internacionales durante la época estival y que, cuando sus hijos eran adolescentes, pasaron un verano en Japón, donde visitaron Kioto y el Templo de Plata.

Allí, Huang se encontró con un hombre que trabajaba en un inmenso jardín. El día era «sofocantemente caluroso, húmedo y pegajoso», recuerda el directivo. Sin embargo, el hombre trabajaba diligentemente a pesar del calor sofocante. Sólo utilizaba una pinza de bambú para escudriñar la frondosidad, lo que al principio desconcertó a Huang.

«Me acerqué a él y le dije: ‘¿Qué haces?», cuenta Huang, de 61 años. «Me contestó: ‘Estoy recogiendo musgo muerto. Estoy cuidando mi jardín’. Y yo le dije: ‘Pero tu jardín es muy grande‘. Y él respondió: ‘Llevo 25 años cuidando de mi jardín. Tengo tiempo de sobra«.

Su interacción fue breve, pero las palabras del jardinero se convirtieron en uno de los «aprendizajes más profundos de mi vida«, dijo Huang. «Realmente me enseñó algo. Este jardinero se ha dedicado a su oficio y a hacer el trabajo de su vida. Y cuando haces eso, tienes tiempo de sobra».

Al priorizar su tiempo, Huang afirma que puede centrarse en lo que más le importa: ayudar a sus empleados a crecer y desarrollarse.

«Todas las mañanas las paso exactamente igual», afirma. «Empiezo cada una de ellas haciendo primero mi trabajo más prioritario. Antes incluso de llegar al trabajo, mi día ya es un éxito. Ya he completado mi trabajo más importante y puedo dedicar mi día a ayudar a los demás. Cuando la gente se disculpa por interrumpirme, siempre digo: ‘Tengo tiempo de sobra’. Y lo tengo».

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