Cosmética y vanidad parece la asociación más común en un mundo preocupado por la apariencia hasta que surgen proyectos que plantean un nuevo orden. “Nuestros consumidores y pacientes buscan cuidados eficaces y seguros para tratar su piel, más allá del concepto tradicional de belleza”. Así lo explica Nicolas Zombré, director general de Pierre Fabre en España.
“Nuestro propósito es acompañarlos y poner a su disposición tratamientos médicos y cuidados dermocosméticos”, añade. Hablamos de un “abordaje holístico de la salud”.
La compañía forma parte de la Fundación Pierre Fabre, una asociación con fines humanitarios dedicada “a mejorar el acceso a la salud en el mundo”, según Zombré, que cuenta con 35 programas bajo una visión holística del sector que no entiende de fronteras, apoyando a la formación y acceso sanitario para poblaciones vulnerables. La compañía, nacida en 1962, actualmente está presente en 43 países y cuenta con 9.500 empleados. El laboratorio tiene soluciones de salud en dermocosmética y dermatología, oncología, urología, ginecología, enfermedades crónicas y raras. A nivel mundial, el laboratorio registró un beneficio total de 2.830 millones de euros y ha destinado 190 millones a I+D.
En España, la facturación de 2023 fue de 160 millones de euros: “Hemos crecido un 13% en el mercado español”, desvela el portavoz de la empresa. “Centramos nuestros esfuerzos en la investigación en oncología y dermatología”, comenta Zombré al tiempo que reafirma el compromiso medioambiental de la marca y su constante transformación digital potenciando herramientas como la IA o el data driven, “para tomar decisiones y definir estrategias”. Pero más allá de lo digital, Zombré destaca el valor humano de la c ompañía y un modelo de liderazgo que se adapta a cada situación y equipo.