“Buscamos ser un puente de talento entre el alumno y la empresa”. Son palabras de Inés Salcines, directora general de EF Business School. Hablamos de una entidad educativa con treinta años de trayectoria especializada en formaciones de tipo máster y posgrado, así como certificaciones profesionales y ciclos superiores. Su sede está en A Coruña y, tanto su origen como su trayectoria y filosofía están ligados a la figura de Venancio Salcines, presidente de este grupo. Su misión: “queremos aportar una propuesta de valor para la sociedad gallega”, apunta la directora.
De escuela de negocios a grupo educativo adaptado a los nuevos escenarios y exigencias del sector que pronto se convertirá en universidad propia. “En esta transición hemos tenido muy claro el foco”, explica Salcines, “conectar el talento gallego con la empresa”.
PREGUNTA (P). ¿Cómo trasladan esa filosofía a su formación?
RESPUESTA (R). Dotar a nuestros alumnos de las competencias necesarias para incorporarse a las empresas es fundamental para nosotros. A raíz de esa obsesión por el desarrollo profesional de los alumnos y el apoyo de las empresas gallegas nace la Fundación Venancio Salcines. Hoy mueve cerca de cinco millones de euros en becas formativas para que el estudiante pueda incorporarse directamente a la empresa durante su formación. Actualmente tenemos activas mensualmente 500 de estas becas remuneradas que nos han permitido estar en contacto con 1.500 empresas, muchas de ellas en Galicia. Desde la Fundación es donde se materializa todo el esfuerzo que estamos haciendo en la parte del empleo.
P. ¿Cuáles son los principales hitos que han marcado la trayectoria de la entidad?
R. El principal fue haber sobrevivido a la crisis financiera. Nacimos hace tres décadas como escuela de finanzas con los bancos y cajas de ahorros como principales clientes y nos tuvimos que reconvertir totalmente. Otro hito fue la creación de la Fundación Venancio Salcines que, además de las becas formativas, tiene una labor social apoyando el arte, la cultura y a los más desfavorecidos. También fue importante la incorporación hace cuatro años de CESUGA como proyecto universitario y, el más reciente, la entrada en el sector sanitario con la apertura del campus de salud con tres titulaciones de FP.
P. ¿Cómo definiría la metodología educativa en sus centros?
R. Nosotros hablamos de un enfoque transversal. A raíz de la pandemia las empresas se han digitalizado, lo que ha implicado que tengan muchos datos que, muchas veces, no se sabe cómo interpretar. Por ello, nosotros estamos trabajando en esa parte analítica para la toma de decisiones en los diferentes másters y formaciones de postgrado. Esta formación transversal, aplicada a cualquier área operativa de la compañía, es lo que puede aportar un valor diferencial de nuestros alumnos en el mercado laboral.
P. ¿Qué previsiones tienen a corto plazo?
R. Buscamos seguir aportando valor a la sociedad y tener una formación actualizada que esté a la altura de lo que la empresa busca. Eso es un reto constante. Ahora mismo el proyecto de universidad es el que más nos ilusiona. En estos momentos estamos adscritos a la Universidad de San Jorge en Zaragoza, pero en breve vamos a convertirnos en universidad propia con nuestras titulaciones.