1. Son fieles a sus agendas
Es el complemento que nunca falla en el escritorio de una persona organizada. En su agenda anotan y clasifican las tareas que tienen que realizar durante el día. Les permite ser más eficientes en el trabajo porque saben en cada momento lo que tienen que hacer.
2. Planifican su día la noche anterior
Dedican 10 minutos cada noche a preparar la jornada del día siguiente. Revisar las tareas y establecer horarios se convierte en una rutina que guía su día a día. A la mañana siguiente, sólo se preocupan de seguir los pasos determinados.
3. Señalan las tareas más importantes del día
Saben dar prioridad a los trabajos que requieren una mayor atención o son más importantes para el curso de la empresa. Estudian cada caso a fondo y, desde primera hora, se ocupan de realizar una tarea concreta para obtener los mejores resultados.
4. Leen y clasifican el correo electrónico
Son incapaces de mantener en la bandeja de entrada mensajes sin leer o publicidad sin importancia. Cada día dedican parte de su tiempo a revisar todos los correos que reciben y a clasificarlos o, en su defecto, eliminarlos. Tienen que tener todos los ámbitos de su trabajo controlados.
5. Mantienen el espacio de trabajo limpio
Encuentran con facilidad lo que necesitan porque organizan su espacio de trabajo. Siguen unas pautas para despejar su área y administrar cada documento que tengan que consultar. Intentan que la estructura de su oficina sea correcta y de sensación de amplitud.
6. Son muy meticulosos con los horarios
Si establecen unos horarios son para cumplirlos. Siguen el calendario que ellos mismos han creado para avanzar en su trabajo e ir desarrollando su labor durante la jornada. Cada paso señalado cuenta y no se permiten la libertad de modificarlos.
7. Van por delante de otros
Ser una persona organizada te permite disfrutar de las ventajas que otros no tienen. Su trabajo siempre está al día y tienen tiempo suficiente para realizarlo. Además, su mente está mucho más relajada porque lo tienen todo anotado en sus agendas.
8. Realizan un control de seguimiento a sí mismos
No sirve de nada hacer una lista para futuras tareas si no te interesas por ir revisando qué es lo que tienes pendiente. Cada día repasan el trabajo que tienen que hacer esa semana y van actualizando el contenido para que no olvidar ningún detalle. Les es más fácil alcanzar el éxito esperado gracias a su capacidad de organización.