Normalmente asociamos los trastornos del trabajo al estrés provocado por el exceso de tareas o a la inseguridad profesional por una mala relación con los compañeros o con el propio jefe que termina derivando en el síndrome del trabajador quemado o “burnout”, pero si hablamos de “boreout” hablamos prácticamente del extremo opuesto pero que, aunque nos suene raro, puede ser tan dañino como tener trabajo en exceso.
Cuando hablamos de “síndrome de boreout” hablamos una situación prolongada de aburrimiento en el trabajo, que, al igual que el exceso de trabajo, también puede derivar en ansiedad y estrés. El síndrome de boreout afecta directamente a la productividad y a la salud mental y emocional.
Pueden ser muchos los motivos que te lleven a sufrir este síndrome, ya que aunque algunos piensen que pasarse la jornada laboral calentando una silla sin nada que hacer es lo ideal, la realidad es que, paradójicamente, puede ser tan estresante como el extremo contrario. Algunas de las causas que te pueden llevar a sufrir boreout son:
INESTABILIDAD LABORAL
Cuando el trabajador tiene en el aire su continuación en la empresa puede llegar a provocar una situación de estrés por la incertidumbre ante la posibilidad de quedarse sin trabajo. Esta incertidumbre puede provocar un descenso en la productividad del trabajador, y por lo tanto llegar a sufrir boreout.
MONOTONÍA DE TAREAS
Cuando un empleado siente que realiza un trabajo mecánico y que su rutina laboral es todos los días la misma, sin nuevas experiencias ni oportunidades, sin aprender nada nuevo y sin sentirse realmente útil en su trabajo, lo normal es que sufra una desmotivación que le lleve a perder la concentración en el trabajo y por tanto
NINGUNA POSIBILIDAD DE PROMOCIÓN
Otro de los motivos por el que un empleado puede llegar a sufrir el síndrome de boreout es porque no ve ninguna posibilidad de ascender de puesto en su lugar de trabajo por muy cualificado que se sienta, lo que conlleva una desmotivación en sus tareas.
SOBRECUALIFICACIÓN
Cuando el empleado siente que tiene capacidad para realizar un trabajo de más responsabilidad que el que está ejecutando y se encuentra desmotivado por la falta de emociones y retos en su día a día laboral, puede llegar a perder el interés por aquello que está haciendo y por lo tanto sufrir boreout.