Si hablamos de referentes en el mundo de la comunicación y la reputación viene a la cabeza el nombre de Silvia Alsina, quien lleva ligada a Roman más de tres décadas desde que entró como becaria en 1992 hasta convertirse en la CEO y propietaria -con 40 años- de una de las principales consultoras del país.
Asegura que continúa con la ilusión del primer día y que trabaja incluso más. No hay más que ver su agenda diaria y su currículum. Acaba de ser nombrada miembro del Consell de Conselleres de la Cámara de Comercio de Barcelona y Faconauto; es vicepresidenta del patronato de la UPF Barcelona School of Management; y miembro de consejos asesores de diversas entidades.
Reconoce que llega a todo gracias a su equipo, más de 230 ‘romanos’ que han permitido que la compañía multiplique por diez su tamaño en los últimos años. También han crecido sus oficinas, localizadas en edificios emblemáticos como la Casa de Les Punxes en Barcelona o en plena calle Serrano de Madrid, sin olvidar la sede en Londres, que actúa como hub internacional.
¿Qué hay detrás del crecimiento?
El espíritu de equipo, rodearse de buenos profesionales y, sobre todo, buena gente. Un equipo de alto rendimiento desde los 20 a los 60 años, con más de 20 titulaciones y trayectorias en disciplinas distintas que comparten el mismo espíritu competitivo y colaborativo. Es un honor y una responsabilidad liderar un equipo de ‘romanos’ de gran talento.
¿De qué se siente especialmente orgullosa?
De muchas cosas, como trabajar con empresas e instituciones para ayudarles a proteger y proyectar su reputación; pero un hito fue haber traído en 2019 el movimiento B Corp al sector de la comunicación en España y servir de inspiración al resto de agencias del sector a seguir el mismo camino. Esta decisión marcó la hoja de ruta de Roman, que nos llevó a adquirir el estudio de La Casa de Carlota en 2022 y que nos ha hecho la consultora número 1 en sostenibilidad e impacto social del país.
Sí, reconocido por la ONU en 2017 y premiado en los World Down Syndrome Awards 2023 por su compromiso con el empleo inclusivo.
Es un estudio de diseño extraordinario y pionero en impacto social a nivel mundial. Tenemos un equipo neurodiverso, con personas con autismo y síndrome de Down, cuya forma de interpretar los proyectos es diferente. En creatividad, la originalidad y singularidad es lo que más se valora y marca la diferencia.
También es cofundadora de Nactiva, centrada en proteger y regenerar el ecosistema del Mediterráneo.
Al que ya se han unido 15 empresas. Trabajamos para lanzar proyectos que regeneren los recursos naturales de la región mediterránea. Nactiva es el flagship de impacto medioambiental de Roman, mientras que La Casa de Carlota lo es de impacto social, y ambos forman parte de nuestro propósito corporativo.
Acaban de adquirir Villafañe & Asociados. ¿Van a mantener la marca?
Por supuesto. La marca Villafañe aporta valor a Roman. Su posicionamiento y especialización es diferencial. Es pionera en la gestión de la reputación corporativa con KPI’s de negocio que introdujo en España y Latinoamérica el concepto de reputación corporativa.
¿Cómo ha cambiado la comunicación en las últimas décadas?
Mucho. Hoy cualquiera tiene acceso a la información de forma instantánea. Ya no prima la calidad de la información sino la inmediatez. Aparece aquí el nuevo paradigma de la responsabilidad que como periodistas o consultores tenemos ante las fake news. Que la carrera por ser el primero no nos convierta en cómplices de la difusión de información falsa y sus efectos.
¿Y la agencia?
Planteamos los proyectos de forma transversal, interviniendo todos los equipos en las estrategias, desde comunicación interna y externa, asuntos públicos o digital, hasta creatividad y propósito. Desde el año pasado, estamos integrando la IA en nuestros procesos de trabajo para automatizas y tener más tiempo para pensar en estrategias y crear valor.
¿Qué proyectos tiene la compañía?
Vamos a lanzar una colección de arte con impacto de La Casa de Carlota para que las empresas puedan adquirirlas o alquilarlas e inspirar a sus equipos a la vez que apoyan un proyecto de impacto social.
¿Cómo ve el futuro del sector de la comunicación?
La reputación cotiza al alza en las empresas, en sus comités de dirección, y muy pronto en sus consejos de administración. El 25% del valor de una compañía viene de su reputación. Por ello, el impacto de la reputación de las empresas afecta también a la del país. Aquellas empresas con una sólida reputación no sólo se encuentran en una mejor disposición para afrontar cualquier escenario de crisis, sino también para atraer y retener talento, inversión, proveedores y clientes. Vivimos en plena economía de la reputación: cuánto más admiras a una marca, más predisposición tienes a consumirla. También será clave la definición del propósito corporativo y estar comprometido. Ya no basta con apoyar económicamente iniciativas sociales o medioambientales, hay que ser agentes activos del cambio.