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Invertir en startups ahora es posible con Blast.

El objetivo es invertir 30 millones al año para convertirse en el primer inversor de la escena tech española.
Jaime Partearroyo

Tras una apertura tremendamente exitosa en Francia el año pasado de la mano del Shark Tank, Anthony Bourbon, y los fundadores de empresas unicornio, Jonathan Anguelov de Aircall.io y Eric Larcheveque de la cripto empresa Ledger.com, Blast. arrancó en España a principios de 2024, limitando también su club a un porcentaje ínfimo de las solicitudes, con sólo 800 miembros aceptados. 

El club, que ha estado cerrado a nuevos miembros desde entonces, volverá a abrir 500 plazas adicionales en junio de 2024 para desplegar más dinero en más startups españolas. El club sigue creciendo para llegar a convertirse a finales de año en el mayor vehículo de inversión del panorama tecnológico español, con una capacidad de 30 millones de euros para invertir anualmente en startups españolas en fase semilla.

Este exclusivo club de inversión en startups está liderado en España por Pedro Buerbaum -conocido por su exitoso podcast, Worldcast-, y el fundador de unicornios e inversor francés Thomas Rebaud. El objetivo es democratizar el acceso a inversiones en startups españolas, ofreciendo a personas de todos los sectores la oportunidad de participar en este lucrativo mercado, que durante los últimos 15 años ha sido el que mejores rendimientos ha tenido.

Actualmente, la lista de espera para unirse a Blast. supera las 12.000 personas, y para ser elegible en esta nueva convocatoria es necesario registrarse en esta lista. La reapertura ofrecerá cinco niveles de membresía diferentes, con precios anuales desde 1.000 euros y un límite de inversión anual que varía entre 10.000 y 300.000 euros.

Con esta nueva convocatoria, Blast. quiere seguir ofreciendo oportunidades de inversión que han estado mayormente reservadas para un grupo selecto de inversores de capital riesgo y business angels. Según Pedro Buerbaum: “Como siempre, son unos pocos privilegiados los que se han beneficiado de las mejores oportunidades de inversión, mientras que el pequeño inversor ha quedado al margen…”. Con esta premisa, Blast. se propone cambiar esta dinámica, ofreciendo acceso a un mercado exclusivo a una audiencia más amplia.

Primera ronda de inversiones en España

En su primera ronda de inversiones del año, Blast. ha decidido apoyar a empresas innovadoras como Bund, una sastrería masculina online 100% personalizable con sede en Sevilla. También a Zexel –una de las primeras inversiones de Blast.–, fintech en rápido crecimiento con sede en Málaga que facilita a las marcas y agencias el pago a cientos de creadores de contenido e influencers cada mes; y Ziknes, una empresa pionera en impresión 3D con sede en Valencia. 

Y es que Blast. tiene claro dónde dirigir su atención, enfocándose principalmente en empresas tecnológicas de software, inteligencia artificial, blockchain y marketplaces en etapa inicial con un proyecto prometedor, aunque también dice estar abierto a otras industrias. De hecho, invita a todos aquellos emprendedores interesados a enviar sus solicitudes directamente a través del sitio web de Blast.

Construyendo una comunidad de inversores

Además, el objetivo a largo plazo de Blast. es construir una potente comunidad inversora, por eso también está organizando eventos de networking mensuales en toda España y desarrollando la Blast. Academy, una serie de contenidos exclusivos diseñados para que los miembros aprendan a evaluar acuerdos, comprender planes de negocio, valorar a quienes los lideran y lanzar empresas en etapa inicial. Estos recursos se crean en colaboración con emprendedores de éxito como Benoit Menardo, fundador y CEO de la fintech española PayFlow.

En solo 18 meses, Blast. Francia ha invertido más de 50 millones de euros en más de 25 empresas. Tras el éxito en España, este año se espera que Blast. se expanda a más países.

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