La empresa vasca Aernnova ha cerrado el pasado año con una facturación de 875 millones de euros, lo que supone un 18,24% más que en 2022, con un reparto al 50% entre el mercado nacional y el internacional, y se ha marcado como objetivo llegar en 2024 a los 1.000 millones, según información facilitada por la compañía a Europa Press.
El fabricante alavés de estructuras aeronáuticas ha mejorado, por tanto, el pasado año las cifra de ventas de 2022, que se situaron en aproximadamente en 740 millones.
El reparto de sus ventas en 2023 se distribuyó entre un 50% correspondiente a su actividad en el mercado nacional y la otra mitad en el internacional. La previsión para 2024 es seguir aumentando su facturación y espera poder llegar a los 1.000 millones.
Precisamente, el consejero delegado de Aernnova, Ricardo Chocarro, ha participado este viernes en el foro ‘Objetivo Actualidad’ de El Correo, donde se ha referido a la evolución de la compañía.
Tras recordar las dificultades vividas durante la pandemia del Covid, con una reducción de su actividad entre un 40 y un 50% y unas «pérdidas cuantiosas», ha señalado que se han tenido que adaptar y ha habido un esfuerzo por parte de los accionistas durante la crisis para hacer operaciones «inorgánicas de adquisición de empresas».
Según ha apuntado, en estos cuatro años han adquirido «un par de empresas» que les ha ayudado «a cambiar el perfil» de Aernnova. Chocarro ha señalado que, aunque tienen crecimiento, se ha visto «dañada» la rentabilidad estos años y ha afirmado que igual les ha hecho «más pupa» la «hiperinflación» y el aumento de los tipos de interés que se ha dado tras la pandemia del Covid.
«Lo que hay que hacer es, grano a grano, euro a euro, ir mejorando nuestra competitividad, y creo que lo estamos haciendo bien», ha añadido.
En la actualidad, Aernnova tiene una plantilla de 5.442 personas y Chocarro ha precisado que el 30 o 40% de sus empleados está en Euskadi, y esperan «crecimiento».
Según ha explicado, la empresa tiene «tres vectores de crecimiento», en los contratos que ya tienen, en nuevos contratos y en nuevas actividades aéreas.
Cuestionado por una posible operación entre Aernnova y Aciturri, tras indicar que «imposible, no hay nada», ha asegurado que están obligados a tener una «vigilancia continua de la consolidación del sector» y todas las semanas les llegan «oportunidades de este tipo», pero se hacen «muy poquitas» porque son muy «cuidadosos» con el valor ya conseguido.
«No podemos arruinarlo por un mal paso y tenemos muchísimo cuidado y, por lo tanto, miramos la posibilidad de cada operación corporativa con lupa y con mil detalles para asegurar que añade valor y permite la sostenibilidad de la compañía. Y, en el caso de Aciturri, exactamente lo mismo, efectivamente aquí no hay nada imposible», ha añadido.
SECTOR AERONAÚTICO
En relación a la situación del sector, Ricardo Chocarro ha precisado que, con datos de marzo o abril, se han vuelto a alcanzar los niveles de trafico aéreo previos al Covid, aunque no de forma homogénea en todo el mundo. «En global estamos ya en valores récords», ha añadido.
Chocarro ha indicado que, de cara a los próximos años, los expertos estiman un crecimiento constante del tráfico áereo de entre el 3,5 o 4% en los «próximos 20, 30, 40 años».
No obstante, ha manifestado que, aunque se ha recuperado el tráfico aéreo, se fabrican todavía un 20% menos de aviones porque «el sector aeronáutico tiene todavía mucho contenido manual» y se depende «mucho de la experiencia de los trabajadores». «Estamos lejos de recuperar el ritmo de fabricación que teníamos anterior a la pandemia», ha señalado
Según ha sostenido, la demanda de aviones «ha crecido tremendamente» y, tras citar la cartera de pedidos de Airbus, ha declarado que «no puede ir solo con esto» y también «se necesita a Boeing en el sector», que, aunque lo está pasando «mal», se ha mostrado convencido de que «se recuperará».
Por otra parte, ha destacado que el sector aeronáutico y, en particular Aernnova, llevan años trabajando en la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera y se sienten «comprometidos con la descarbonizacion». Según ha aseverado, para su compañía se ha convertido en «una prioridad».
Ha afirmado que hay un «alineamiento total» en el sector aeronáutico mundial de lograr en 2050 el objetivo de «cero emisiones netas de CO2» a la atmosfera y, tras recordar los pilares en los que se están basando para alcanzar ese reto, ha dicho que ya se están reemplazando aviones antiguos por otros nuevos con «más eficiencia de consumo energético y menos emisiones de CO2».
Chocarro, que ha defendido la necesidad de optimizar las rutas, ha destacado también la importancia de los biocombustibles y de la revolución tecnológica para avanzar en la transición, con el papel de los aviones impulsados por electricidad o hidrógeno.
No obstante, ha mantenido que las tecnologías disruptivas «llevan su tiempo» como puede ser «el mundo eléctrico y del hidrógeno». Según ha opinado, la escalabilidad de lograr aviones propulsados por hidrógeno y electricidad es «un reto», primero, tecnológico y luego industrial y se ha mostrado convencido de que «va a ocurrir».
Chocarro ha concluido que el sector aeronáutico es «más conservador y mucho más garantista» respecto a las evoluciones tecnolólgicas porque no se pueden «permitir el lujo de que un avión se pare volando».