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Dónde alojarse en Madrid durante la semana del festival Estación Podcast

La tercera edición del Festival Iberoamericano de Creación Sonora tiene lugar del 21 al 25 de mayo
Lobby del Hotel Fours Seassons Madrid. Foto: cortesía del hotel

La tercera edición de Estación Podcast, Festival Iberoamericano de Creación Sonora, tiene lugar en Madrid del 21 al 25 de mayo de 2024, convirtiendo a esta ciudad en la capital del podcast. En total cinco días en los que se va a poder asistir a los mejores podcasts en vivo, junto a diferentes mesas de debate, talleres de creación sonora y una exposición alrededor de este mundillo. 

A lo largo de estos días van a tener lugar más de 50 eventos, en los que participan representantes de diez países. Las sedes donde van a tener lugar esos encuentros son la Casa de América, el Círculo de Bellas Artes de Madrid, la Casa de México, el Espacio Fundación Telefónica y el espacio municipal CentroCentro.

Tanto para participantes como para amantes de los podcast que se animen a venir a la capital durante estos días, estas son nuestras recomendaciones de alojamiento

Four Seasons Madrid

En materia hotelera, la reconversión en complejo de lujo de lo que fue la sede central de Banesto, así como de varios edificios anejos es, cuando menos, espectacular. Pero es que, además, el hotel en sí mismo es es un compendio de arte actual, estilo, modernidad y confortabilidad.

En total 200 habitaciones y suites. De éstas destacan las que ocupan la esquina redondeada del edificio con la calle de Alcalá, una de ellas (la Suite Real) en el mismo espacio que ocupó el despacho del director de aquella entidad bancaria y que está concebida como un apartamento de 400 metros cuadrados.

El hotel cuenta con un spa con piscina climatizada y una oferta gastronómica de gran nivel, con el restaurante Dani (de Dani García) a la cabeza, pero también con el atrevimiento y la fusión de Isa y el clasicismo de las propuestas de El Patio.

Mandarin Oriental Ritz

También con una reforma relativamente reciente, aquel Hotel Ritz inaugurado por Alfonso XIII a principios del siglo XX,se ha convertido en un referente del lujo y el estilo más actuales. El diseño de los espacios, el arte de vanguardia y una decoración que, pese a todo, no renuncia a detalles clásicos convencen desde que se entra por su majestuosa entrada.

En el concepto de hospitalidad del establecimiento tiene una gran importancia el cómo se atiende a sus huéspedes: éstos, pese a las dimensiones del establecimiento (153 habitaciones y suites) tienen un tratamiento cercano, incluso personalizado, durante toda su estancia.

En el capítulo gastronómico, dirigido por Quique Dacosta, destacan los restaurantes Deesa (con dos estrellas Michelin), Pictura (de rompedora decoración y una propuesta muy actual) y, en temporada, El Jardín del Ritz, sin duda uno de los espacios más agradables del centro de la capital.

Gran Meliá Palacio de los Duques

El arte es el gran leit motiv de este hotel, situado entre las plazas de Ópera y de Santo Domingo, muy cerca del Teatro Real. En este palacio de finales del siglo XIX, aunque reformado, el legado velazquiano y sus personajes están presentes en numerosos rincones: «Las Meninas», «La Venus del espejo», «El triunfo de Baco»… Todo con un estilo refinado y cosmopolita.

El hotel tiene 180 habitaciones, 20 de ellas suites, algunas integradas en el servicio Red Level, una experiencia superior con atenciones personalizadas y acceso a espacios exclusivos, solo para este tipo de clientes.

Entre las experiencias dentro del hotel destacan los tratamientos del Thai Room Wellness, el rooftop con piscina e hidromasaje, el Jardín Histórico y, por supuesto, el restaurante Dos Cielos Madrid, con la dirección de los reconocidos hermanos Torres.

The Westin Palace

Aun en pleno proceso de reforma (se hace por partes y evitando posibles molestias a los huéspedes) el Palace siempre es el Palace. Un hotel muy ligado a la historia de la ciudad y del país, donde se han alojado algunos de los personajes históricos más relevantes, tanto a nivel nacional como internacional.

Entre los espacios generales destaca, por supuesto, la Cúpula, bajo la vidriera y el armazón diseñados por la genial Casa Maumejean a principios del siglo XX. En las seis plantas del hotel se distribuyen las algo más de 400 habitaciones, ahora bajo el sello de Marriott.

Bless Hotel Madrid

En la calle de Velázquez, en pleno Barrio de Salamanca, buena parte de las estancias de este lujoso hotel llevan el sello del estudio de interiorismo de Lázaro Rosa-Violán, que se inspiró en las aristocráticas residencias privadas situadas en esta zona.

Dispone de 111 habitaciones y suites y también de una terraza, Picos Pardos Sky Lounge, que está entre las más recomendables de la capital: por su piscina, por las panorámicas y por su heterogénea carta de comidas y bebidas.

Una vez alojados aquí conviene no dejar pasar la oportunidad de cenar en el restaurante SLVJ (Salvaje), de cocina oriental-fusión y en el que siempre pasan cosas divertidas.

Rosewood Villamagna

La del Villamagna es otra de las grandes reformas hoteleras acometidas en la capital en los últimos años. Y el resultado es de lo más convincente. La calidez y la elegancia caracteriza cada una de sus 154 habitaciones y suites. Y el hotel, como tal, pese a las dimensiones, supone un refugio de lujo discreto y cosmopolita con una inmejorable situación, en pleno Paseo de la Castellana.

En el capítulo gastronómico destaca la propuesta del restaurante Amós por Jesús Sánchez, en la que el reconocido chef navarro (aunque cántabro de adopción) ofrece su visión de la cocina actual. Este hotel tiene también el que, sin duda, es uno de los mejores spas dentro de un hotel de Madrid: Spa Sense®.

Thompson Madrid

Este hotel de 5 estrellas ocupa un impresionante edificio de diez plantas de nueva construcción y ofrece un total de 174 habitaciones. Todas ellas con un diseño moderno, muy funcional, con suelos de madera, muebles de apariencia cálida y elegante y detalles de mármol y cuero que favorecen la sensación de confortabilidad. De todas ellas destaca, sin duda, la Suite Penthouse, distribuida en dos plantas.

No menos reseñable es Thompson Rooftop, en la azotea del edificio y donde, en torno a la piscina (que abre con el buen tiempo) se sirven tanto platos más informales como cócteles. Aunque, a decir verdad, el templo de la mixología en este hotel es la coctelería Hijos de Tomás, con el sello de Familia La Ancha, donde se respira un ambiente entre lo sofisticado y lo castizo (al estilo Madrid años 50 del siglo XX).

Gran Hotel Inglés

Se considera que este fue el primer hotel en la ciudad en contar con un restaurante y también de los pioneros en estar equipados con iluminación eléctrica. En pleno centro de la capital, en el Barrio de las Letras, combina la sofisticación urbana con el encanto de la década de los años 20 del siglo XX.

Con un total de 48 habitaciones, es un auténtico oasis de elegancia clásica, lo que contrasta con la vibrante vida nocturna y cultural de la zona donde se encuentra. Aunque el establecimiento también contribuye lo suyo en este aspecto. Sobre todo, con su barra Lobbyto, donde la gastronomía sofisticada se da la mano con una gran carta de cócteles.

Iberostar Las Letras

En plena Gran Vía, este hotel de cuatro estrellas y 103 habitaciones, destaca por su fachada clásica. El nombre le viene del hecho de tratarse de uno de los alojamientos más literarios de la capital. De hecho, en su biblioteca encontraron inspiración alguno de los grandes escritores españoles del siglo XX.

Desde la inauguración del actual hotel, en 2015, la terraza es uno de los iconos de la ciudad. Y en el capítulo gastronómico destaca su restaurante gourmet y su neotaberna madrileña, a pie de calle, en la que disfrutar de algunas de las mejores tapas locales.

Radisson Blu Hotel, Madrid Prado

Está en el Barrio de las Letras, en pleno Triángulo del Arte de la capital (entre los museos del Prado, Thyssen-Bornemisza y Reina Sofía el Real Jardín Botánico) y tiene un total de 52 habitaciones y seis suites. Este hotel ocupa un elegante edificio del siglo XX que en su día fue la residencia privada de una familia noble española.

Renovado por completo, en su decoración se combina la propia historia del edificio con detalles mediterráneos modernos. Luego, en el restaurante Lona, con un ambiente elegante y relajado, se puede disfrutar de sus menús de temporada, mientras que durante el buen tiempo, los clientes suelen preferir la Plaza Platería, en la terraza y sus carros de tapas y bocados gourmet.

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