1.Muestra seguridad
No se trata de mirar por encima al resto y parecer una persona demasiado creída. Tienes que dejar claro desde el primer minuto que estás seguro de tus habilidades y tu profesionalidad. Da la mano mirando a los ojos y lleva la iniciativa.
2. Aprovéchate de tus recursos
La principal herramienta de marketing en un primer contacto eres tú mismo. Escribe una especie de guión para tener seguro qué vas a decir cuando te encuentres con tus futuros jefes por primera vez. Ten claridad y confianza en lo que estás diciendo y transmitirás tus ganas de trabajar y esforzarte en el negocio.
3. No lo centres todo en tu persona
Por supuesto, tienes que hablar de ti para que los reclutadores conozcan más detalles sobre tu persona. Pero, no hay que parecer egocéntrico. Es recomendable que hagas alusiones a datos del negocio o al puesto que solicitas. Destaca tus cualidades en base a lo que buscan dentro de la empresa. Es adecuar el mensaje para el destinatario. Verán en ti una persona capacitada para focalizar los asuntos.
4. Cuida el lenguaje corporal
Es tu carta de presentación y es vital para que la comunicación sea efectiva. A través de tu cuerpo puedes mostrar nerviosismo, seguridad, pasotismo o, incluso, dejadez. El cuerpo tiene un lenguaje que tiene su propio vocabulario por eso, es necesario que sepas entenderlo y transmitirlo. Cuida el movimiento de las manos, mira a los ojos, siéntate correctamente y evita poner caras que denoten desesperación.
5. Viste de manera formal
Es cierto que hay trabajos donde podrás ir vestido como quieras pero, no olvides que esta es una entrevista de trabajo donde se fijarán en todos los detalles. Siempre es recomendable vestir de manera correcta para que, en un primer momento, nuestro aspecto físico encaje con el método de trabajo de la empresa. Después, podrás elegir otro tipo de ropa.
6. Pregunta todas tus dudas
Estás interesado en un puesto de trabajo y, como tal, tienes que reflejarlo. No te limites a aceptar todo lo que te propongas sin más. Muestra curiosidad por saber más sobre la empresa de la que, quizás, formes parte, de la forma de trabajar, de los horarios, por las condiciones…Dará la sensación de que, de verdad, quieres ser uno más de ellos y tienes la valía para conseguirlo.
7. Ni pronto ni tarde
Mira el reloj y calcula. A veces pensamos que llegar 30 minutos antes a una entrevista es lo mejor para causar buena sensación. No es cierto. Las empresas quieren a personas puntuales pero tampoco tanto. Si llegas con tiempo de antelación, date una vuelta. Piensa que si han quedado contigo a una hora concreta es porque tienen que hacer otras tareas. Espera y entra cuando falten 10 minutos para la hora fijada.
8. Haz que te recuerden
Hasta el último minuto cuenta. Antes de que la entrevista haya terminado, asegúrate de que se acordarán de ti. Despídete mostrando simpatía y dejando claro que estarás pegada al teléfono por si suena la llamada. La entrevista acabará de forma relajada y dejarás una buena sonrisa entre los que, ahora sí, serán tus jefes.