LEGO no deja de superarse. Así lo ha demostrado creando un Bugatti Chiron a escala real que, además, se puede conducir. Para realizar esta réplica, que rompe todos los esquemas seguidos hasta ahora por la empresa de juguetes, se han necesitado un millón de piezas (de 339 tipos diferentes).
El equipo de LEGO Techinc ha sido el encargado de dar vida (y nunca mejor dicho) a este proyecto para el que se han empleado 13.000 horas de trabajo. La réplica guarda un enorme parecido con el original gracias a los detalles que LEGO ha conseguido reproducir con total exactitud. Desde las llantas hasta el volante presentan un diseño cargado de fidelidad con respecto al modelo real.
El Bugatti Chiron alcanza una velocidad de 420 km/h, mientras que la versión de LEGO tiene que conformarse con una velocidad máxima que ronda los 20 km/h. Esta le permite alcanzar su sistema de propulsión, formado por 2.304 pequeños motores de LEGO Techinc Power Function con una potencia de de 5,3 caballos.
¿Juguete o para coleccionar? Sin duda, y sea cuál sea su función, la tecnología y diseño del Bugatti Chiron de LEGO lo convierte en una pieza única. Andy Wallace, uno de los pilotos de desarrollo de Bugatti y ganador en varias ediciones de las 24 Horas de Le Mans y de las de Daytona, fue el encargado de rodar con este Chiron tan especial.