La economía española ha experimentado -y experimenta- una importante transformación desde los años 80. En aquella época, el sistema financiero, las administraciones públicas y las direcciones financieras de las empresas comenzaban a enfrentarse a una realidad más compleja y competitiva que la vivida en décadas anteriores. Un grupo de destacados académicos, entre ellos Emilio Ontiveros, lo vieron como una oportunidad y fundaron Analistas Financieros Internacionales (Afi) en 1987. “La principal motivación en la creación de una empresa inicialmente orientada al análisis económico y financiero, a la consultoría en gestión de riesgos, y a la formación en esos ámbitos, fue la presunción de que la economía española abordaba una fase de transformación de gran importancia que se traduciría en una demanda específica de servicios como los que nosotros éramos capaces de satisfacer”, explica el fundador y actual presidente de la sociedad. Afi encontró el impulso definitivo en el apoyo de una empresa mediadora en el mercado monetario, Gesmosa, propiedad de una veintena de cajas de ahorros, aunque desde el primer momento su oferta encontró demanda en otras entidades bancarias y de seguros.
Su modelo de consultoría se basa en el rigor técnico, combinado con una fuerte orientación al cliente, al servicio y a la innovación. Por ello, la sociedad ha ido evolucionando para adaptarse a las exigencias del mercado y de sus clientes adecuando su oferta de servicios de asesoramiento y consultoría a una realidad con una tensión transformadora muy intensa, especialmente en la industria de ser- vicios financieros. En este sentido, Ontiveros subraya que la compañía ha tratado de ir “dos pasos por delante” de lo que podrían ser las “demandas adaptativas” de sus clientes y que los años de crisis en el mercado español supusieron “una inflexión en la demanda de algunos de sus clientes”, pero también “el acicate necesario para la diversificación de esta oferta, intensificando la dimensión tecnológica y de formación, y la orientación de sus servicios hacia empresas no financieras que precisaban mejorar sus estrategias y estructuras financieras a un nuevo entorno como el que acabó determinando esa compleja crisis”.
Las finanzas en la sociedad
Conscientes de la importancia de la economía entre la población y bajo una firme creencia en el ejercicio de la responsabilidad social corporativa (RSC) como contribución cualificada al bienestar público, en 1999 crearon Fundación Afi. Esta entidad priva- da sin ánimo de lucro lleva a cabo acciones de diseminación y promoción de la cultura y la educación financiera, tanto en España como en países emergentes y en desarrollo. Así, la RSC de la fundación incluye la realización de actividades de manera independiente o en colaboración con otras entidades, organismos e instituciones mediante dos áreas de actuación. Por un lado, a través de la formación y divulgación de la cultura financiera, incluyendo la celebración de jornadas temáticas, la participación en foros de debate público y la financiación de diversas becas de estudio en Afi Escuela de Finanzas, la cual ha experimentado un crecimiento en la demanda de cursos de postgrado muy importante. “Más allá de la formación a medida que impartimos a nuestros clientes, los másteres en finanzas, finanzas cuantitativas o big data están teniendo una demanda muy importante de jóvenes provenientes de nuestras universidades con gran interés por entender la nueva realidad económica, tecnológica y financiera que nos va a tocar vivir en los próximos años”. Además, una parte del “modesto” presupuesto de la fundación está destinado a becar a alumnos de algunos de los programas de postgrado.
Por otro, mediante proyectos de cooperación al desarrollo en el ámbito de la inclusión financiera. “La Fundación Afi lleva a cabo fundamentalmente proyectos de fortalecimiento del desarrollo financiero y de la inclusión financiera en algunos países me- nos desarrollados de América Latina. Proyectos de microfinanzas y microseguros, donde algunos de nuestros profesionales actúan directamente. Hemos colaborado igualmente con algunas ONG, en tareas de formación y de asesoramiento en su gestión económica y financiera”.
En la actualidad, Afi continúa con la consolidación del proceso de diversificación que emprendió hace unos años, especialmente centrada en su oferta de servicios, con un protagonismo cada vez mayor de la tecnología en su más amplia dimensión, pero también en la diversificación geográfica. “Afi siempre trabajó en proyectos internacionales, de la mano fundamentalmente de concursos convocados por organismos multilaterales como el Banco Mundial y el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), entre otros. Ahora tenemos presencia directa con instituciones en algunos países de América Latina y del norte de África, no solo en trabajos de consultoría, sino también de formación en las áreas que constituyen el núcleo de nuestras actividades”.
Afi celebra su treinta cumpleaños con la edición de un libro elaborado por los 145 profesionales –economistas, ingenieros informáticos y matemáticos– que forman la sociedad. Ontiveros explica que en el texto se analizan las transformaciones operadas en la economía española e internacional, y en sus sistemas financieros, en estas tres décadas. “No se trata solo de una revisión histórica de un periodo excepcionalmente importante, sino también de una identificación de los retos para seguir manteniendo esa dinámica de modernización y mejora en los niveles de bienestar de nuestra economía”.
En un contexto en el que, en opinión de Ontiveros, la economía española está manteniendo muy bien su ritmo de recuperación, Afi continuará “dos pasos por delante” para adaptarse a las exigencias de la sociedad.