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Montero no descarta enviar en abril un «recordatorio» sobre la senda de estabilidad, aunque no es obligatorio

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no descarta enviar en abril un «recordatorio» sobre cómo entiende el Gobierno que se puede comportar la senda de estabilidad –déficit y deuda–, aunque ha recordado que no hay obligación este año de mandar el plan, dada la reciente aprobación de las nuevas reglas fiscales europeas.

«En este mes de abril lo que nosotros, si mandamos –que no hay obligación de mandar– será un recordatorio de cómo entendemos que se puede comportar esa senda de estabilidad, pero sabiendo que ni siquiera la Comisión lo va a validar», ha explicado la titular de Hacienda en una entrevista en el programa ‘Al Rojo Vivo’ de La Sexta, recogida por Europa Press.

La propia Comisión Europea trasladó, a raíz de que se aprobara en el la Eurocámara el marco donde se van a desarrollar las nuevas reglas fiscales, que cambia ligeramente el calendario este año para la remisión de los planes de cada Estado Miembro.

En lugar de remitir los conocidos como planes de estabilidad este mes de abril, los Estados tendrán que enviar en el mes de septiembre su propio plan estructural a medio plazo para cumplir con la nueva normativa europea.

Además, la Comisión, por su lado, presentará una ‘trayectoria de referencia’ (anteriormente llamada ‘trayectoria técnica’) a los países donde la deuda pública supere el 60% del producto interior bruto (PIB) o donde el déficit público supere el 3% del PIB, como es el caso de España.

«No será hasta el mes de septiembre cuando se tenga que presentar ese plan estructural en el que todavía tenemos mucho que discutir con la propia Comisión Europea», ha explicado Montero.

La trayectoria de referencia de la Comisión Europea indicará cómo los Estados miembro pueden garantizar que, al final de un período de ajuste fiscal de cuatro años, la deuda pública esté en una trayectoria descendente plausible o se mantenga en niveles prudentes a medio plazo.

Además, un Estado miembro podrá solicitar la presentación de un plan nacional revisado si existen circunstancias objetivas que impidan su implementación, incluso si hay un cambio de gobierno.

De acuerdo con la trayectoria de referencia de la Comisión, los países de la UE trazarán su ajuste fiscal, expresado en trayectorias de gasto neto en sus planes estructurales fiscales nacionales a medio plazo, que deberán ser aprobados por el Consejo.