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El Banco de España avisa que las nuevas reglas fiscales europeas «previsiblemente» frenarán la economía

La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, ha avisado este jueves que las nuevas reglas fiscales aprobadas recientemente por el Parlamento Europeo para los países de la UE supondrán «previsiblemente» un menor grado de la actividad económica, que podría paliarse si se acometen «reformas estructurales ambiciosas».

Es una de las conclusiones que Delgado ha dejado en la apertura de un evento organizado por la Asociación para el Progreso de Dirección (APD), donde ha hecho un repaso de la situación macroeconómica del país.

Uno de los asuntos que ha analizado ha sido la vuelta de la UE a las reglas fiscales, que tras cuatro años congeladas por la pandemia han vuelto para limitar la deuda y el déficit de los Estados miembro. Las nuevas normas establecen que si el déficit supera el 3% del PIB, como es el caso de España, se exigirá reducirlo en los periodos de crecimiento hasta un nivel del 1,5%.

«Si bien el impacto económico de dicho plan de ajuste es incierto -y dependerá críticamente de cómo esté diseñado-, su implementación acarrearía, previsiblemente, un menor grado de dinamismo de la actividad a lo largo del horizonte de proyección», ha pronosticado Delgado.

No obstante, la subgobernadora ha subrayado que su impacto podría ver reducido si la vuelta a los planes fiscales estuviera acompañada de «reformas estructurales ambiciosas».

INTRODUCEN RIESGOS EN LAS PROYECCIONES

Asimismo, la ‘número dos’ de la institución ha comentado que la reactivación y reforma de las reglas fiscales a nivel europeo introduce un riesgo sobre el escenario central de las actuales proyecciones, que puede ser «significativo» en el caso de la economía española, teniendo en cuenta su elevado nivel de endeudamiento y déficit estructural público.

De este modo, el cumplimiento de dichas reglas requerirá el diseño y la implementación de un plan de consolidación fiscal a medio plazo que permita una corrección del déficit público estructural más acusada que la contemplada en las proyecciones del Banco de España.

Eso sí, Delgado ha indicado que la situación del déficit en España no es la peor de Europa, pues vecinos como Francia o Italia tienen mayores desequilibrios.

También ha valorado que el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha asegurado que España cumplirá con las directrices marcadas por estas reglas fiscales y que el objetivo para 2025 será contar con unos Presupuestos que permitan seguir cumpliendo los objetivos de esa vuelta a las reglas.

Sobre los Presupuestos y más en concreto ante la prórroga de las cuentas de 2023, Margarita Delgado ha descartado que suponga un «impacto importante» en la actividad económica, pues es una situación que ya se ha vivido con anterioridad y España ha demostrado en este caso su capacidad de adaptación.

LA ECONOMÍA ES DINÁMICA, PERO CON INCERTIDUMBRES

Ya en lo que se refiere a la situación macroeconómica de España, la subgobernadora ha destacado que la actividad económica del país mostró un dinamismo más elevado que la Unión Europea Monetaria, de modo que el PIB español creció en 2023 un 2,5%, frente al 0,4% europeo.

No obstante, la subgobernadora ha incidido en que la composición del crecimiento observado a finales de 2023 deja entrever «algunos elementos de incertidumbre», en particular debido a la inversión y el consumo privado. «Estos elementos habitualmente constituyen los principales soportes de crecimiento estable para cualquier economía y habrían mostrado un comportamiento peor del esperado», ha explicado.

En concreto, ha indicado que la inversión ha presentado desde la pandemia un dinamismo notablemente menor que la actividad, con una evolución «particularmente débil» de los componentes de transporte y vivienda. Por sectores, mientras que la ratio de inversión pública sobre PIB en 2023 se situó «claramente por encima» de su nivel prepandemia, la de inversión privada sobre PIB aún estaba más de 10 puntos por debajo.

Analizando estas dinámicas a nivel empresarial a partir de la información de la Central de Balances del Banco de España, Delgado concluye que una parte de este comportamiento se explica por una menor proporción de empresas que invierten, en particular en aquellos sectores más afectados por la pandemia, así como por la caída de la inversión en las empresas jóvenes.

A esto se añade que la productividad «sigue registrando una notable debilidad», lo que poodría actuar como un factor limitante del crecimiento económico a medio y largo plazo. «Esta atonía de la productividad estaría contribuyendo, en parte, a un aumento de los costes laborales unitarios que podría redundar en posibles pérdidas de competitividad internacional.

Con este panorama, el Banco de España considera que la actividad económica española continuará mostrando un dinamismo notable en los primeros meses de 2024 y las perspectivas de crecimiento para los próximos años se mantienen «relativamente favorables», con crecimientos del 1,9% en 2024 y 2025; pero las «incertidumbres» de la productividad y la inversión incidirán negativamente sobre el ritmo de avance futuro de la actividad.

Por último, ha señalado que a estos impactos se suman las tensiones geopolíticas internacionales, la incertidumbre con la implementación de los fondos europeos y los posibles efectos de segunda vuelta sobre la inflación, en forma de aumentos de salarios o márgenes empresariales mayores que lo anticipado. «Implicaría una senda de inflación más elevada que la contemplada en el escenario central», ha incidido.