Un total de 27.729 inmuebles han sido reconvertidos a viviendas entre 2021 y 2023 como respuesta la escasez en la oferta residencial y los precio de la vivienda, según un estudio de Idealista.
Por tipología de inmueble reconvertido a vivienda, encabezan el listado los inmuebles destinados inicialmente a industria (8.281), seguidos de los de almacenamiento (7.538) y comercio (6.167). En la parte baja de la lista están los inmuebles de espectáculos (12), los de carácter público (38) y los de enseñanza (174).
Así, casi el 30% de ellos corresponden a usos industriales, seguidos por un 27,2% de los de uso de almacenamiento o el 22,2% de uso comercial, con lo que entre estas tres tipologías acaparan casi el 80% del todos los cambios de uso.
En las provincias de Madrid y Barcelona también han destacado por su volumen el cambio de uso de oficinas, con más de 500 en la primera o más de 340 en la segunda, y también de almacenamiento, con más de 530 modificaciones en la provincia catalana o las 430 de la madrileña.
Para reconvertir un inmueble en vivienda debe cumplirse con los requisitos de habitabilidad, accesibilidad y eficiencia oportunos, además de valorar los costes de la reforma, con lo que es «indispensable» acudir a expertos en urbanismo y arquitectos, explica Idealista.
Estos cambios de uso los puede hacer una gran empresa para convertir un hotel en un edifico de viviendas, o bien un pequeño inversor que decide comprar un local en un bajo y transformarlo en su casa, dice Idealista.
Sin embargo, la reconversión requiere de tiempo y valorar el gasto que supone conseguir este cambio de uso, así como conocer si el inmueble se encuentra en una zona urbanizable y si es posible modificar su uso (en caso afirmativo, habría que presentar una licencia con proyecto técnico).