El gigante aeronáutico Boeing está metido de lleno en el emergente mercado de los coches voladores. En este caso, se trata de modelos autónomos de alimentación eléctrica con despegue y aterrizaje vertical (eVOTL). Desde fuentes de esta compañía aseguran que los primeros modelos se comercializarán en Asia hacia el año 2023.
Para el diseño, desarrollo y fabricación de estos vehículos, según Todd Citron, director tecnológico de Boeing para Asia, cuentan con los conocimientos de la empresa subsidiaria Wisk Aero, especializada en encontrar soluciones autónomas, algo bastante poco habitual en el campo de los vehículos de despegue y aterrizaje vertical.
Aunque antes de la llegada a Asia, Boeing tiene pensado centrar sus esfuerzos en Estados Unidos, donde necesita obtener una certificación específica, algo de lo que parece ser se encargará la empres Wisk.
Con la oportunidad que supone Japón
Según explican desde Boeing, el objetivo se centra en Japón, país donde el gran gigante aeronáutico tiene ya un centro de investigación y desarrollo en la región de Nagoya. Un centro con un gran valor estratégico por estar muy cerca de proveedores clave de materiales y tecnología. Y, en palabras de Will Shafer, presidente de Boeing Japón, “la otra gran oportunidad aquí, en esta región, es el acceso al talento. Para eso hemos colaborado muy de cerca con la Universidad de Nagoya, así como con otros lugares, para encontrar y acceder a talento muy bueno”.
La estrategia de Boeing y Wisk pasa por la innovación en la tecnología de vuelo. Pero también se busca una manera diferente de integración con las infraestructuras y el urbanismo de las principales ciudades asiáticas. Y aunque es cierto que el camino hasta obtener la certificación en Estados Unidos es largo, las previsiones que se marcan en Boeing son ambiciosas y suponen un camino claro hacia el cambio de modelo de los transportes urbanos en el continente asiático. Un cambio que apuesta por una movilidad más limpia, eficiente y con una menor intensidad de tráfico rodado.