Por las calles de cualquiera de las ciudades que habitan el archipiélago canario, además del sol que brilla como de costumbre, hoy brilla también unos carteles que portaban unos mensajes bastante contundentes. «El paraíso no se hace con cemento», «El turismo me sube el alquiler» o «Esto no es sequía, esto es saqueo» es lo que se podía leer en los cientos de letreros hechos con cajas o envases de leche u otro producto. Si bajabas la mirada para ver quien portaba dichos carteles, la contundencia del mensaje se veía ensombrecida con el rostro de los canarios que vociferaban numerosas quejas contra un mismo objetivo: el turismo masivo.
Miles de canarios llenaron de contundencia con estos mensajes las calles de las 8 capitales de las Islas Canarias para convocar una huelga que arrancó pasado el mediodía. En las dos ciudades importantes, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, se llegaron a los 32.000 manifestantes y 14.000 protestantes, respectivamente. Además, Madrid, Barcelona, Málaga y Granada también han amanecido bajo las protestas de los canarios recluidos en la península. Incluso en capitales europeas como Londres o Berlín también se han realizado algunas protestas.
Las dificultades que sufren los canarios por culpa del turismo masivo en las islas hace imposible incluso la propia vida de los locales en su tierra, por no hablar del problema que algunos puntos del archipiélago sufre con la sostenibilidad medioambiental. Y si miramos más adentro del problema, se pueden observar cuestiones como los sueldos, el paro o incluso la pobreza -segunda tasa más alta del país con un 26,1%-.
Por ejemplo, los sueldos de los canarios que trabajan en las islas son los segundos más bajos del país -una media de 1630 euros al mes-. Con respecto al paro, a pesar de la gran solicitud turística que tiene Canarias, siendo el tercer destino preferido en España; es la tercera tasa más alta con un 16,2% según el INE.
Una transformación del modelo turístico
Frente al turismo masivo que los manifestantes también califican de «depredador», los canarios proponen, entre otras cosas, una transformación del modelo turístico de las islas. Por ello, creen que un buen comienzo que podría hacer el gobierno canario presidido por Fernando Clavijo (Coalición Canaria) sería empezar por tomar medidas como una moratoria turística, la implantación de la ecotasa turística -rechazada por el predecesor de Clavijo, el socialista Ángel Víctor Torres, quien ahora se lo reclama a los actuales gobernadores- y una regulación efectiva de la vivienda que garantice el acceso a la vivienda a los ciudadanos canarios.