La economía mundial se encamina hacia un aterrizaje suave, aunque la erosión de los amortiguadores fiscales hace necesarias medidas para reforzar «la zona de aterrizaje», incluyendo la prioridad de reconstruir las reservas agotadas por las sucesivas crisis, según ha señalado la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
En una conferencia de prensa, la economista búlgara ha destacado que, a pesar de las muchas turbulencias en la economía mundial, incluyendo la pandemia o la guerra, y del endurecimiento de las condiciones financieras, el crecimiento es positivo, lo que ha llevado a la institución a mejorar ligeramente su previsión para este año al 3,2%.
Sin embargo, si bien los riesgos para las perspectivas son cada vez más equilibrados, Georgieva ha reconocido que todavía hay mucho de qué preocuparse, incluyendo las crecientes divergencias entre la recuperación de los países, así como la inflación «que ha bajado pero no ha desaparecido»,
En este contexto, para Georgieva se necesitan medidas firmes «para fortalecer la zona de aterrizaje» y lograr una prosperidad duradera para todos, señalando como prioridades clave la reconstrucción de reservas fiscales que han sido agotadas por las crisis, así como la reactivación del crecimiento sostenible e inclusivo a medio plazo; y la renovación del compromiso del FMI de garantizar que sus políticas y el conjunto de herramientas crediticias sigan siendo adecuados para su propósito.
Para tal fin, ha invitado a los países a cambiar su enfoque hacia la consolidación fiscal a medio plazo para reducir los déficits y garantizar la sostenibilidad de la deuda, subrayando que las diferencias entre países exigen políticas cuidadosamente adaptadas, ya que el ritmo del ajuste debería calibrarse para lograr un equilibrio entre riesgos fiscales y fortaleza de la demanda privada para evitar socavar el crecimiento y el apoyo a las reformas.
«Los países deben desarrollar urgentemente resiliencia fiscal para estar preparados para el próximo ‘shock'», ha defendido la directora del FMI, aunque ha advertido que «una talla única» no sirve para todos y la velocidad de consolidación varía según las circunstancias de cada país.
Asimismo, la búlgara ha advertido de que hay que gestionar con cuidado el descenso de la inflación hasta el objetivo y el desafío para los bancos centrales será ahora equilibrar la necesidad de evitar una flexibilización prematura con los riesgos de retrasarla demasiado.
«En un mundo de crisis cada vez más frecuentes, sabemos que seremos puestos a prueba nuevamente», ha advertido Georgieva, quien citando al ex primer ministro británico Winston Churchill ha afirmado que «este no es momento para la tranquilidad y la comodidad. Es hora de atreverse y aguantar».