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Las empresas familiares chinas son más rentables que las no familiares, según IE University y Banca March

Las empresas familiares chinas, que representan un 67% del total de cotizadas en las bolsas de Shangai y Shenzen, son más rentables que las no familiares, según un informe de Banca March e IE University.

En concreto, la tasa de rentabilidad bursátil anual compuesta (CAGR) para el periodo de la cartera de empresas familiares chinas fue del 41%, frente al 23% de la cartera de empresas no familiares (ponderadas por capitalización bursátil) y el rendimiento de los activos (ROA) medio del periodo analizado es del 3,92% para las empresas familiares, mientras que para las no familiares es del 2,89%.

Además, el valor económico agregado (EVA) de la empresa familiar es del 39,42, frente al 18,5 de la no familiar. El informe también apunta que esta mayor rentabilidad viene acompañada de una mayor volatilidad media (30% para la empresa familiar frente al 25% de la no familiar), aunque las empresas familiares muestran menor riesgo de insolvencia.

Entre las 100 empresas familiares con mayor rentabilidad bursátil se encuentran Sungrow Power Supply, el mayor fabricante mundial de inversores solares; ByD, el mayor fabricante mundial de vehículos eléctricos, y Midea Group, el fabricante de electrodomésticos más grande del mundo.

El «extraordinario» crecimiento de los mercados bursátiles chinos ha sido impulsado en gran medida por el desarrollo de las empresas de capital privado, muchas de las cuales están bajo el control de sus fundadores o sus familiares, explica la responsable del informe y profesora de IE University, Cristina Cruz.

«El mercado chino tiene un potencial amplísimo», ha subrayado el gestor de March International The Family Businesses Fund de March A.M., Javier Pérez. «Queremos aprovechar este contexto de fuerte crecimiento para ofrecer a nuestros clientes oportunidades de inversión», ha añadido.

Entre los desafíos futuros destaca la transición generacional, a la que muchas de estas empresas se enfrentan por primera vez, pues solo el 23% de las empresas familiares cotizadas está en manos de la segunda generación, con una preferencia clara por designar un sucesor familiar: un 60% de las empresas en segunda generación están lideradas por un director general familiar.

Por otro lado, después de la crisis del Covid-19, las empresas familiares mostraron una mejor recuperación en comparación con las no familiares, con una rentabilidad anual compuesta superior (24% frente a 14%). Sin embargo, esta mayor rentabilidad viene acompañada de una mayor volatilidad (19% frente al 15% de la empresa no familiar).

«Su capacidad para adaptarse a los cambios rápidos y afrontar la transición generacional será crucial para su éxito en un entorno empresarial cada vez más complejo», ha concluido Cruz.