El consumo de cemento retrocedió un 10% en el primer trimestre del año, hasta las 3,3 millones de toneladas acumuladas, debido al efecto calendario de los festivos por la Semana Santa y la paralización de las obras por las lluvias.
Según recogen los últimos datos publicados en la Estadística del Cemento, este ajuste viene marcado por la caída del 23,6% experimentada en marzo, precisamente por la celebración de la Semana Santa, que el año pasado cayó en abril.
«Las precipitaciones del pasado mes duplicaron las habituales, siendo uno de los meses de marzo más lluviosos de las últimas décadas, según la Aemet», explica el director general de la agrupación de fabricantes de cemento Oficemen, Aniceto Zaragoza.
Respecto a los datos acumulados del año móvil, es decir, los últimos 12 meses, la caída se sitúa en un 6,4%, con un consumo total en volumen absoluto de 14,1 millones de toneladas, casi un millón menos que en el mismo período anterior.
«Al margen de la situación coyuntural de marzo, los datos de año móvil reflejan una tendencia en negativo, fruto de 10 meses en retroceso, que resulta preocupante aunque acorde con nuestras previsiones, que estimaban un arranque del año en negativo, con una tímida recuperación a lo largo del segundo semestre, siempre y cuando la coyuntura internacional y local se mantenga estable», añade Zaragoza.
Las exportaciones cayeron un 25,1% en el primer trimestre, situándose en el entorno del millón de toneladas, un retroceso que solo en marzo alcanzó el 32,4%, con una pérdida de 178.953 toneladas y sumando así nueve meses en caída. En cuanto a las importaciones, también se desplomaron un 39,6%.