Estoy convencido de que la mayoría de los cientos de creativos y algunos poquitos clientes (sí, todavía somos pocos) que peregrinaron a Donosti el pasado fin de semana con motivo del Club de Creativos entraron ayer domingo en Idealista para ver si había alguna ganga para mudarse a San Sebastián. Dudo que la hubiera, que los precios en esta ciudad son una locura. Apuesto también a que muchos habrán enviado su CV a Dimensión, una de las agencias de más relumbrón sitas en la ciudad. O alguno habrá decidido hacer como Jorge Fesser, fundador y director de Mono Madrid, que tiene un currazo viviendo en Hondarribia. Ídolo. Es imposible que no haya habido un ‘Donostian Crush’ con el increíble tiempo que ha hecho, que hacía que pintxos, helados y cervezas, sobre todo estas últimas, entraran mejor.
Para buenas entradas, la de la entrega de los Premios Nacionales de Creatividad, ceremonia con la que concluye todo el ‘sarao’ del c de c. Arrancó Grison, de La Resistencia, marcándose un espectacular ‘beatbox’ que levantó hasta al más tieso. Continuó David Broncano, flamante fichaje de TVE que ahora no sólo tendrá el talento del mejor futbolista, sino también su nómina. Broncano le dio continuidad y, hasta en un arranque de gente inspirada, el alcalde de la ciudad, Eneko Goia, presumió de sus zapatillas Salomon y lanzó algún dardo gracioso a otros partidos políticos. Todo salió bien en 15 minutos apoteósicos que habían empezado con un magnífico vídeo de presentación en el que Concha Wert lanzaba un corte de mangas a todos los agoreros.
Después, empezó el popurrí de premios. Entrar en el anuario del c de c es increíble, así que imaginad el mérito de ser metal en el festival. Sin embargo, quizá merezca la pena decir que hay demasiadas categorías y subcategorías. Es brutal lo que puede mejorar uno cuando va a la peluquería y le pasan la tijera de volumen para aligerar. Pese a todo, pese a la duración, la gala fue sorprendentemente dinámica. Mejor dicho, llamativamente creativa, debido a la grandísima decisión de Marta Rico, presidenta del jurado, que decidió que se visionasen todos los vídeos de la categoría de Ideas, la Champions del festival. Menos discursos y más casos, menos “mensajes a la industria” y similares y más trabajo que celebrar.
El Gran Premio del festival se lo llevó “Andalusian Crush”, de la agencia Ogilvy, de largo la campaña con factura más impresionante del año, un spot que sobrecoge desde la forma. Ogilvy lleva algunos años como los jugadores del Pro cuando estaban con la flechita para arriba. Les sale todo y les sale muchas veces, además. Es imposible no tener cierta envidia insana hacia las cosas que hacen. Muchas veces he visto una campaña (siempre de notable alto) y he terminado diciendo: “¿Pero ésta también es de Ogilvy?”. Enhorabuena a la agencia y a su productora, Roma.
En una línea similar, diría que uno de los momentos de la noche lo protagonizó Little Spain con su “Olivera dos cen anos”, el himno para el Celta de Vigo, que se llevó un puñado de oros en Craft. Mola, además, que el equipo de la productora viniese con uno de sus miembros más ilustres, C Tangana, metido entre la gente como uno más y haciendo cola para recoger su premio como un tipo normal. Por cierto, el c de c decidió dejar de entregar ese saquito de monedas estilo Judas Iscariote que daban como premio para entregar uno nuevo, una especie de tubo negro elegante y, a la vez, con algunos símiles interesantes: un pendiente de coco de Macaco, como dijo Broncano, o lo que continuaría en la canción de Violadores del Verso al “A qué te dedicas beodo, a beber litros de kali y a posteriori ________”.
En lo que a las marcas comerciales se refiere, hubo tres grandes triunfadoras, al menos en calidad y cantidad de reconocimientos. Wallapop, por un lado, con su indiscutible trayectoria de la mano de su CMO Olivia Calafat y con Revuelta y Mono Madrid a los mandos. Qué trabajo más indiscutible el de este equipo. Y qué objetivamente guapo es Jon Kortajarena, bilbaíno ilustre que imagino que estará tan feliz como yo por la victoria en la Copa y por sacar 40 años después La Gabarra. Siento aprovechar para hacer esta cuña publicitaria, pero somos un club único en el mundo. Aunque sin una historia tan bien contada publicitariamente, al menos este año, como la del Atlético de Madrid con “Taxi”, un sublime spot clásico de Señora Rushmore que se llevó un merecido Oro en Ideas.
Volviendo a las marcas comerciales, siempre es difícil citar trabajo propio, pero no se puede obviar la preciosa noche que vivió KFC y su agencia PS21, con 10 reconocimientos para 3 trabajos distintos, con “The Recipe Run”, que se llevó 2 Oros, destacado. Reconforta que el festival se haya abierto a premiar ideas como ésta, que antaño pasaban desapercibidas, ideas espontáneas y frescas en lugares menos comunes para el grueso de los socios del club, como es el gaming. También merece la pena destacar a Estrella Galicia & Netflix con su acción “El robo del año”, desarrollada por Carmelo y Willy. No puedo llegar a imaginarme el melón que es recibir como brief juntar Campanadas, una serie y una bebida y que salga todo tan bien. Honores a esta campaña que marca tendencia.
Es extraño que no estemos hablando mucho más de “Proudly Second Best”, de las agencias David e Ingo para Ikea, la que es una de las mejores ideas del festival, sin lugar a dudas. Reconozco que, personalmente, siento debilidad por ella, pero la idea fue cortamente inscrita en el festival y directamente por la productora. Quizá sea todavía más épico que todos sepamos que es uno de los grandes trabajos del festival, incluso con tan poquitas inscripciones.
Cierra el cupo de las ideas más reconocidas “Ya nunca es primavera”, de La Despensa para Greenpeace, una de estas acciones tan bien ejecutadas que se convierten en icónicas. Me encantan esas ideas que se resumen en una foto, que no hace falta ni contar porque todo se entiende de un plumazo. Fue la mejor de las ideas reivindicativas porque es verdad. Ojalá más ideas como la de Greenpeace y cuidado con la multiplicación de categorías que premien “propósitos” e “ideas que cambian el mundo”. Puede que sea la tendencia, pero me horroriza que hagamos que proliferen las campañas que defienden causas, muchas veces inauditas e increíbles (en su acepción de difícil de creer). Trabajar para marcas comerciales y vender es una causa muy noble a potenciar, que a veces parece que nos dé vergüenza nuestro trabajo. Maravillosos Greenpeace y Wallapop, que tienen propósitos reales y creíbles, pero ojo con ideas que si fuesen verdad merecerían un Nobel.
Los Premios Nacionales de Creatividad sirven también para descubrir campañas que desconocías. Hay dos que me han llamado la atención y que me llevo del festival. “Mermaid”, para Canesten, es una de ellas, por su crudo humor y su iconicidad. La otra es el trabajo de China – parte de LLYC para el Festival de Cine Fantástico de Sitges, precisamente por los mismos motivos. También quiero destacar que me apasionan las “Alarmas”, de Mono Madrid para Vips, una marca que cuidadito con su gran reposicionamiento, o “Black Fucking Friday”, de PS21 para Worten.
Termina la 25 edición del Club de Creativos y lo hace con la sensación de que ha sido un año con mucha cantidad de trabajo bueno o muy bueno. La salud de una industria la demuestra la clase media alta y pienso que hay muchas inscripciones que así lo prueban en 2024. Arranca ahora un nuevo año. A ponerse las pilas y a sacar todos buen trabajo entre cliente, agencia y productora. ¿No es maravilloso pensar que dentro de un año estaremos en San Sebastián celebrando trabajo que aún desconocemos? Me encanta que no sabemos qué, pero es una certeza que dentro de un año algo que hoy se estará gestando nos hará a todos sentir un ‘crush’.
Feliz lunes y que tengáis una gran semana.