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La IA es un riesgo para los sectores de actividad con menor valor añadido y productividad, según un estudio

La entrada de la inteligencia artificial (IA) en el mercado laboral plantea riesgos para ciertos sectores, especialmente donde la productividad y el valor añadido son más bajos, según se pone de manifiesto en el informe ‘Gestionar la evolución del mercado laboral y el empleo del futuro’ elaborado por la consultoría Oliver Wyman.

En el estudio se destaca que en los últimos años, España ha experimentado un deterioro progresivo en términos de productividad, situándose a la zaga del resto de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Por tanto, se urge a la Administración Pública a implementar políticas efectivas que impulsen el crecimiento económico sostenible y garanticen la estabilidad laboral en España, protegiendo a aquellos grupos de población más vulnerables y afectados por estas transformaciones.

«La productividad y los desajustes en el mercado laboral propiciados por la revolución tecnológica y cambio demográfico son problemas urgentes que requieren una acción inmediata», ha afirmado el director de Sector Público y Servicios Financieros de Oliver Wyman, Gonzalo Arana.

En esta línea, la consultoría propone paliar la situación a través de la mejora de la gestión y el uso de los datos públicos, la creación de instancias de colaboración con agentes del sector privado y lograr una proyección realista de la oferta y demanda de empleo para identificar los desajustes del mercado laboral tanto en la actualidad como en el futuro.

ADAPTAR LOS PLANES EDUCATIVOS A LA OFERTA DE EMPLEO

En esta línea, los expertos creen que es necesario dedicar los recursos adecuados para la revisión de los itinerarios educativos de Formación Profesional, Universidad y Bachillerato, con el objetivo de adaptar la oferta de empleo a la demanda de los empresarios a través de la formación continua.

También proponen diseñar y lanzar un programa de fomento de la formación continua para que la población en edad de trabajar pueda adaptar sus aptitudes a las necesidades del mercado laboral, lo que incluiría la financiación de cursos y másteres de programación y otras habilidades relevantes.

De igual manera, pone de manifiesto la necesidad de evaluar el impacto y la estrategia de las instituciones públicas encargadas de las políticas de empleo, como el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

ESTRATEGIA NACIONAL QUE INCLUYA LA COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA

Además, el estudio destaca la importancia de una estrategia nacional a largo plazo para el empleo del futuro, que incluya la colaboración entre los sectores público y privado, así como la estabilidad y consolidación de las políticas públicas de empleo a lo largo del tiempo.

«Las autoridades públicas tienen en su mano incentivar una transformación del mercado laboral sostenible, que genere empleo de calidad y mejore la productividad, mediante herramientas que ayuden a los trabajadores y las empresas a transicional hacia una economía más digital; pero también pueden ser un lastre y perpetuar los desequilibrios existentes, sobre todo si no se actúa ya», ha recalcado Arana.