Hay que buscar un equilibrio entre los dos mundos y conseguir el éxito en el terreno familiar y en la laboral. Y es que, son ellos, los pequeños de la casa los que cada día te enseñarán algo nuevo que podrás aplicar a tu vida personal. Sigue estos 10 consejos y conseguirás ser un buen papá y un buen emprendedor a la vez.
1. Acaba con tus debilidades: ser padre por primera vez conlleva una serie de dudas e inseguridades que el tiempo va poniendo en su lugar. Ser emprendedor igual. Algo acaba de nacer y todo gira entorno a él. Por ello, tienes que aprender a identificar tus debilidades y convertirlas en fortalezas. Te ayudará a alcanzar el éxito que necesitas para continuar.
2. Positivo ante todo: ser negativo sólo servirá para dificultar el camino. Cambia el “no puedo” por un “sí”. Te dará la fuerza necesaria para seguir adelante con tu negocio y, además, serás un referente a seguir para tu hijo y tus empleados.
3. Asume responsabilidades: tanto en tu vida familiar como en la laboral deberás enfrentarte a diferentes situaciones de las que tendrás que salir. El éxito de una persona está en su capacidad para resolver conflictos de manera inteligente. Un líder como tú tiene que aprovechar sus habilidades en todos los ámbitos de su vida.
4. Sigue aprendiendo: no te relajes cuando creas que has conseguido el éxito. Igual que ha venido, se puede ir. Estar en la cima sólo debe servirte para seguir esforzándote y ver crecer a tu negocio y a tu familia.
5. Evita los riesgos: piensa siempre las consecuencias que traerá tomar una determinada decisión. No sólo te afectarán a ti. Tu camino lo comparten los empleados que forman parte de tu negocio y la educación de tu hijo.
6. Cuenta con tu equipo: tanto tu equipo familiar como tu equipo laboral deben ser los primeros en conocer tus decisiones. El buen emprendedor debe tener una relación directa con sus empleados para realizar un trabajo más exitoso.
7. Deja que aprendan por sí solos: todos nos hemos caído y nos hemos levantado con fuerza para seguir hacia delante. Tu hijo debe aprender a hacerlo por sí solo y crear su propio camino. Tu debes indicárselo y ellos lo irán descubriendo.
8. Escucha: es importante crear un vínculo con los hijos que son pequeños. Con los empleados ocurre lo mismo. Saber escuchar te dará la oportunidad de conocer más sobre las personas que te rodean. Dedica el tiempo necesario a cada uno de ellos.
9. Saca lo mejor de ellos: tienes que comprender que cada persona es diferente. Tanto tu hijo como tus empleados tendrán ideas diferentes a las tuyas. Saca lo mejor de ellos poniéndoles al límite.
10. Motivación: como líder en el hogar y en la oficina, tienes que mostrar una actitud luchadora y comprometida con la vida. Enséñales que conseguir lo que uno quiere cuesta trabajo pero que, sin duda, merece la pena conseguirlas.