El Banco Central de Chile ha elevado notablemente sus previsiones de crecimiento para el Producto Interior Bruto (PIB) del país en 2024, que se expandirá entre un 2% y un 3%, frente al rango de entre 1,25% y 2,25% que calculaba la entidad hace tres meses, en su último informe de política monetaria.
Mientras, tanto para 2025 como para 2026, se proyecta un rango de entre 1,5 y 2,5%, con una economía que irá convergiendo a su tasa de crecimiento potencial. Estas cifras contrastan enormemente con el bajo crecimiento que tuvo la economía chilena en 2023, del 0,2%.
El organismo ha sostenido que esta revisión al alza se da en un contexto donde la actividad muestra un comportamiento mejor a lo previsto. Buena parte de esta mejora para 2024 se explica por la aceleración de la actividad en el primer trimestre.
No obstante, el banco ha empeorado sus pronósticos para la inflación respecto al informe anterior de diciembre, y ha calculado ahora que la inflación interanual y la subyacente se ubicarán al cierre de 2024 en el 3,8%. Anteriormente, se estimaban tasas del 2,9% y 3,2%, respectivamente.
Este ajuste está influido por la depreciación del tipo de cambio, el deterioro de los factores de costos globales en los últimos meses –incluido el precio del petróleo– y la mayor inflación de inicios de año.
En este escenario, el informe explica que la inflación convergerá a la meta de 3% dentro del horizonte de dos años, lo que considera una economía que crecerá a tasas de expansión coherentes con su tendencia y una disminución gradual del tipo de cambio real junto con la transitoriedad de factores externos, como el alza de algunos precios internacionales.
En línea con esta situación macroeconómica, el banco prevé que la tasa de política monetaria se seguirá recortando, siempre en función de la evolución de las cifras y sus implicaciones para la trayectoria inflacionaria.
Por el momento, el banco ha acometido un último recorte de 75 puntos básicos en su última reunión de política monetaria, celebrada esta misma semana, llevando la cifra al 6,5%.
Los principales riesgos siguen principalmente vinculados al ámbito externo. Al respecto, el informe ha destacado el deterioro de la situación geopolítica global y la preocupación por la debilidad de China.