La destacada rentabilidad de Amancio Ortega y su empresa, que se asemeja más a las marcas de lujo que a sus competidores directos, ha vuelto a quedar en evidencia en los resultados de 2023. El grupo alcanzó una facturación de 35.947 millones de euros, un incremento del 10,4% respecto al año anterior, superando las expectativas de los analistas al registrar un beneficio neto de 5.381 millones. Todo esto a pesar de un entorno de mercado complicado, caracterizado por la inflación, tensiones geopolíticas y la debilidad del sector de la moda en varios mercados clave.
Si hacemos la comparación con sus rivales, la diferencia es considerable. Por ejemplo, Kering, el líder del sector del lujo en Francia, concluyó su último ejercicio con un margen neto del 15,2%, lo que significa que ganó 15,2 euros por cada 100 euros de ingresos. Gucci, su marca insignia, comercializa zapatillas a 995 euros, abrigos a 3.800 euros y bolsos exclusivos que alcanzan los 36.000 euros.
La clave del éxito de Inditex proviene de varios motivos. Uno podría ser la agilidad para responder con clase y con rapidez a las tendencias del mercado, lo que le permite tener un catálogo atractivo y poco comparable con sus rivales. También consiguen operar con bajos stocks, lo cual siempre es una ventaja competitiva y venden el grueso de su ropa sin descuento.
El ejemplo de lo rentable que está siendo Inditex está en el beneficio que obtienen sus tiendas cada año, donde el pico comenzó a dispararse a partir de 2019. Desde entonces, cada local factura un 40% más.
En cuanto a sus rivales, Fast Retailing es quien le sigue la estela a Amancio Ortega con un beneficio neto de 1821 millones de euros, seguido de Primark, con 840 millones y de H&M (775 millones). A pesar de que la suma de estas tres, más GAP, Boss y Levi, que son el resto de competidores, Inditex sigue liderando la tabla de rendimiento con 5.381 millones de beneficio neto.