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Por qué la actitud es más importante que la inteligencia

Esto puede cambiar la forma de ver las cosas de muchas personas que se sienten limitadas o imposibiltadas a llegar a niveles más altos en su profesión.

Existen dos tipos de mentalidades según Dweck: la fija y la que se encuentra en constante crecimiento. Los que poseen una fija piensan que se encuentran limitados y que no pueden crecer, por lo que es bastante posible que nunca prosperen.

Sin embargo, los que entrenan su mentalidad y hacen que crezca mejoran con esfuerzo. Superan a los que tienen una mentalidad fija, sin importar el número de neuroas o intelecto que alberguen en su cabeza.

Son los que se atreven a abrazar desafíos y los tratan como oportunidades para aprender algo que no sabían anteriormente. Las personas de mentalidad fija evitan los retos y obstáculos, mientras que piensan que las críticas son negativas y que el esfuerzo es algo malo.

Esto cambia con el otro rango de personas: aprenden e intentan relacionarse con personas experimentadas que les ayudarán a crecer, sin importar lo “inteligente” que seas, porque los “listos” ya sabemos quienes son de ambps grupos.