A veces renunciar parece la opción más viable para evitar incomodidades que no queremos enfrentar. Lo cierto es que procrastinar nunca es tan buena opción como puede parecer de primeras. Nos alivia en un primer momento, pero seguramente se vuelva en nuestra contra y nos atormente a posteriori. La vida no es una línea recta, es totalmente incierta y por ello necesitamos explorar un poco en la incertidumbre para saber qué nos deparará después. Lo importante es saber que los problemas no desaparecen por arte de magia, pero que todo mejora a la larga.
Por ello, las personas más productivas se enfrentan de cara a sus incomodidades y miedos, para vencerlos y seguir consiguiendo todo lo que quieren en la vida. Por supuesto, es necesario distinguir entre el miedo positivo y el negativo. El miedo positivo es aquel que te aleja de las cosas que realmente son peligrosas. El miedo negativo es aquel que te aleja de tomar un riesgo que puede ser positivo a la larga. Es cuestión de saber diferenciarlos y atreverse a conseguir algo más de la vida:
La incertidumbre
Las personas no nacen con un botón para apagar las cosas que les asustan o les incomodan. De la misma forma, no es que las personas más productivas tengan una capacidad especial para apartar estos pensamientos. La diferencia es que en lugar de apartarlos, los exploran. Se abrazan a la incertidumbre porque saben que la vida al fin y al cabo es precisamente eso y nada más. Es importante contar con un plan, y ese es precisamente el suyo.
Equivocarse
Estas personas no se preocupan de si unos u otros tienen la razón o están equivocados, lo único que importa es la verdad, precisamente la verdad genera resultados positivos. El ego simplemente te aleja de poder conocerte a ti mismo y de identificar cuál es tu problema.
Juicios sociales
Los humanos somos criaturas sociales, nos gusta estar rodeados de más personas. A todo el mundo le gusta sentirse aceptado y la falta de aceptación nos incomoda. Lo importante es darse cuenta de que ser rechazado puede venir de muchos motivos que no tengan absolutamente nada que ver con tu persona. No es que en todos los casos sea así, por supuesto, pero esto puede suceder y sucede en muchas ocasiones.