¿Puede un icono de marca ser sinónimo vanguardismo? La respuesta está en la colección Happy Hearts de Chopard. Los dos elementos más representativos de la firma suiza y, en concreto, de esta línea de joyería, forman un todo que aportan a su resultado emoción y versatilidad. Hablamos del corazón tan amado por Caroline Scheufele –directora artística de Chopard– y los diamantes móviles. Ambos son dos símbolos de la marca que desde el año 2009 conviven en esta colección que hoy amplía sus horizontes.
Suave y de líneas voluptuosas, colorida y ética [elaborada en oro ético de 18 quilates]. Así es Happy Hearts, la línea de joyería fácil de llevar que, tras 15 años de existencia, la propuesta de Chopard más amplia en colores y emociones sigue siendo un símbolo de la firma y de la joyería contemporánea. La razón está en sus diseños. A los ya existentes se añaden un conjunto de colgante y pulsera a juego, con un delicado corazón de ópalo rosa ribeteado de diamantes, y un colgante de nácar de dimensiones más generosas. El encanto reside en su inspiración, el homenaje al ópalo rosa, y a sus posibilidades, porque tanto solas como en compañía de otras piezas, estas joyas son un festival de luz y de colores. Aptas todas ellas para cualquier momento del día y de la noche, porque tienen una misión, la de acompañar a la mujer que confié en su encanto.
Nuevos formatos y colores en una colección que celebra el savoir-faire de la firma de joyería y relojería suiza y que si algo lleva en su ADN es la semilla de la innovación. Chopard es lujo, pero sobre todo es emoción, distinción y diversión.