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De Pfizer a Amgen: estas son las empresas en guerra por los medicamentos para bajar de peso

Llevar un medicamento al mercado es también un proceso costoso y logísticamente complejo.
Los fabricantes de medicamentos están compitiendo por una porción del creciente mercado de medicamentos para bajar de peso. (Foto: Getty)

El éxito estelar de fármacos superventas como Ozempic, Wegovy, Mounjaro y Zepbound ha despertado el interés de las empresas por entrar en el lucrativo mercado de los fármacos para la pérdida de peso. He aquí los rivales que se preparan para desafiar a Eli Lilly y Novo Nordisk por el dominio de la fiebre del oro de los fármacos contra la obesidad.

La biotecnológica danesa Zealand Pharma y la farmacéutica alemana Boehringer Ingelheim están desarrollando conjuntamente survodutide –un fármaco inyectable que imita la misma hormona intestinal GLP-1 que Wegovy y Zepbound y otra hormona llamada glucagón–, que ha dado buenos resultados en ensayos clínicos de fase intermedia como medicamento contra la obesidad y tratamiento de la enfermedad del hígado graso, y ha pasado a pruebas de fase avanzada.

Viking Therapeutics, con sede en San Diego, se perfiló el mes pasado como un serio competidor en el mercado de los fármacos adelgazantes tras revelar datos prometedores de un ensayo de fase intermedia del fármaco experimental VK2735, que sugerían que rivalizaba –y superaba– a los fármacos de Novo y Lilly cuando se administraba como inyección semanal, y la empresa declaró que espera publicar los primeros datos de una versión oral a finales de marzo.

Terns Pharmaceuticals está desarrollando un adelgazante oral dirigido a la hormona GLP-1 y espera publicar datos de 28 días sobre la pérdida de peso en un ensayo inicial en el segundo semestre de 2024.

La startup Structure Therapeutics, con sede en San Francisco, también está trabajando en un fármaco oral GLP-1 (está previsto que este año se inicie un ensayo más amplio de fase intermedia y otro de fase avanzada en 2026), que resultó prometedor en un ensayo de fase intermedia, aunque los datos decepcionaron a los inversores.

Altimmune, con sede en Maryland, publicó los prometedores resultados de un ensayo de fase intermedia del fármaco inyectable pemvidutida –que pertenece a la misma clase que Wegovy, Ozempic, Zepbound y Mounjaro– y su consejero delegado, Vipin Garg, declaró a Reuters que la empresa está buscando activamente un socio mundial que colabore en los ensayos de fase avanzada y ayude a lanzar el fármaco.

El gigante farmacéutico estadounidense Pfizer desechó el año pasado dos píldoras experimentales para adelgazar –lotiglipron, de una toma diaria, en julio, debido a la elevación de las enzimas hepáticas, y danuglipron, de dos tomas diarias, en diciembre, debido a los fuertes efectos secundarios en un ensayo de fase intermedia–, pero su consejero delegado, Albert Bourla, ha declarado que la empresa está decidida a «jugar y ganar» en el campo de la obesidad, con planes para desarrollar danuglipron en una formulación de una toma diaria para aliviar los efectos secundarios.

Amgen, el gigante californiano de la biotecnología, espera hacerse un hueco en el mercado con MariTide, una inyección mensual que se administra con menos frecuencia que los populares tratamientos semanales de Lilly y Novo y que también parece ayudar a algunos pacientes a mantener la pérdida de peso después de dejar de tomarlo, un problema clave para los pacientes que siguen los tratamientos actuales.

Esta es la táctica de Lilly y Novo para estar a la vanguardia

Aunque la semaglutida y la tirzepatida –nombres genéricos del fármaco activo de Wegovy, Ozempic, Mounjaro y Zepbound– dominan el mercado de la pérdida de peso (Mounjaro y Ozempic sólo están autorizados para la diabetes), ni Novo Nordisk ni Eli Lilly se duermen en los laureles. Ambas están perfeccionando los medicamentos existentes y desarrollando fármacos de nueva generación para apuntalar su posición en el futuro.

Novo, por ejemplo, está desarrollando una versión oral de la semaglutida destinada a un tratamiento de una toma diaria, así como nuevos fármacos como el inyectable CagriSema, una combinación de GLP-1 y otra hormona, la amilina, que regula el apetito. También está desarrollando la amicretina en formato de pastilla e inyectable, que es una molécula única dirigida al GLP-1 y la amilina. Los primeros datos sobre el comprimido sugieren que la amicretina podría superar a Wegovy.

Lilly, que obtuvo la aprobación de Zepbound en noviembre, está trabajando en una serie de nuevos fármacos, como el orforglipron y la retatrutida, que esperan aprovechar la pérdida de peso de Zepbound y se encuentran en ensayos de fase avanzada.

Sin competencia seria

Todavía pasarán años antes de que Novo Nordisk y Eli Lilly tengan una seria competencia para su popular tratamiento de adelgazamiento en las estanterías de las farmacias. Aunque el proceso varía, un nuevo medicamento puede tardar entre diez y veinte años en superar las tres fases de los ensayos clínicos y la mayoría de los fármacos acaban fracasando durante las pruebas clínicas. No hay garantías de que los resultados prometedores en cuanto a eficacia, seguridad y tolerabilidad de los primeros ensayos se repitan en los ensayos más amplios de las últimas fases. Incluso las empresas con candidatos ya en las últimas fases de las pruebas van a necesitar varios años para recopilar y procesar los datos y, en caso de que las cosas salgan bien, tiempo para trabajar con las autoridades reguladoras para garantizar la aprobación.

El lanzamiento del fármaco es otra cuestión completamente diferente y conseguir un suministro suficiente ha resultado difícil incluso para empresas del tamaño de Lilly y Novo, que han fracasado una y otra vez a la hora de satisfacer la demanda. A pesar de haber invertido miles de millones en aumentar la producción, ambos medicamentos escasean y ambas empresas admiten que es poco probable que puedan satisfacer la demanda en un futuro próximo.

Procesos largos y costosos

Llevar un medicamento al mercado es también un proceso costoso y logísticamente complejo, especialmente durante las últimas fases de desarrollo, y no es raro que candidatos prometedores, o incluso empresas enteras, cambien de manos.

Los gigantes farmacéuticos, que cada vez sustituyen más la innovación por fusiones y adquisiciones, son conocidos por hacerse con fármacos, carteras o empresas prometedoras. Ya se han producido varias en el sector de la pérdida de peso: el gigante suizo Roche cerró un acuerdo de 2.700 millones de dólares por Carmot Therapeutics, cuya inyección semanal CT-388 está en la misma categoría que Mounjaro y Zepbound de Lilly, y el gigante británico AstraZeneca pagó hasta 2.000 millones de dólares por una píldora experimental de la empresa china Eccogene.

A menudo, las empresas más pequeñas también buscan alianzas o acuerdos de adquisición con grandes farmacéuticas para que les ayuden en las últimas fases de desarrollo de candidatos prometedores. Garg, de Altimmune, afirmó que la empresa busca socios para las últimas fases de desarrollo, pero que estaría dispuesta a considerar acuerdos con grandes farmacéuticas si benefician a los accionistas.

Un mercado de 100.000 millones en 2030

El valor del mercado de los medicamentos para adelgazar alcanzará los 100.000 millones de dólares en 2030, según varios analistas. Algunos creen que el mercado puede valer mucho más, y tanto Novo como Lilly obtuvieron miles de millones con sus fármacos GLP-1 el año pasado (que también se utilizan para tratar la diabetes).

Según Bloomberg Intelligence, en la actualidad hay más de cincuenta medicamentos para adelgazar en distintas fases de desarrollo clínico, procedentes de unas cuarenta empresas.

Lilly y Novo

Según los analistas de Forbes, es probable que Lilly y Novo sigan dominando el mercado en un futuro próximo. El hecho de ser las primeras en salir al mercado les ha dado una ventaja considerable y su gran tamaño les ayudará a consolidar sus posiciones mediante los acuerdos que alcancen con farmacias, proveedores sanitarios y aseguradoras.

Ambas también están recopilando datos sobre el efecto de sus fármacos contra la obesidad en enfermedades cardiovasculares y renales, lo que podría ayudar a comercializar el medicamento y conseguir la aprobación de gobiernos y aseguradoras que hasta ahora se mostraban reticentes a financiar la medicación para lo que muchos siguen considerando un problema de estilo de vida. Los analistas señalaron a Forbes que estos datos podrían ser cruciales para afianzar la posición de ambas empresas en el mercado y darles una gran ventaja sobre sus competidores, que entran en el mercado sólo con indicaciones para la pérdida de peso. Novo se aseguró esa ventaja la semana pasada, cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) autorizó una ampliación de la etiqueta de Wegovy para incluir beneficios cardiovasculares.