La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) ha denunciado que se han producido unos 55 millones de euros menos en 2023 por las importaciones ‘fraudulentas’ de tubos de acero de China declaradas como estructuras fotovoltaicas.
Según datos de la patronal, el pasado año se importaron de China 119.807 toneladas de estructuras para la construcción de este tipo de instalaciones -más de 55.000 toneladas adicionales, lo que prácticamente duplica el volumen registrado en 2022-.
Sin embargo, en 2023, se importaron 61.000 toneladas de estructuras chinas por debajo de 1.100 euros/tonelada, un importe que se asemeja más al de los tubos de acero que a las estructuras elaboradas. Por lo que, consideró que se puede estimar que la cantidad de tubos mal declarada oscila entre 50.000 y 60.000 toneladas.
El director general de Unesid, Andrés Barceló, destacó que «algunos importadores declaran los tubos como estructuras solares con la intención de eludir la regulación europea de importaciones de productos de acero, lo que está distorsionado al mercado». «Los derechos a pagar cuando se superan los contingentes marcados en la salvaguardia son del 25% del valor de la mercancía», afirmó.
La patronal lleva tiempo denunciando esta situación y ya lo puso en conocimiento de la Agencia Tributaria, solicitando que se cobrasen los derechos de salvaguardia a los que están sujetos estos materiales establecidos por la Comisión Europea desde 2019. Asimismo, ha contactado con otros organismos competentes tanto nacionales como comunitarios porque considera que no es un asunto exclusivamente aduanero.