El nacimiento de la primera Forbes House del mundo tendrá lugar en Madrid a lo largo de este otoño de 2024. La apertura de este centro de ocio y negocio de la centenaria cabecera económica es una iniciativa personal de Andrés Rodríguez, presidente de Spainmedia, que contará además con el apoyo y refrendo de Forbes EE. UU. Para saber más del lugar elegido, hablamos con el arquitecto Carlos Lamela, encargado de llevar a cabo la reforma del espacio que albergará la Forbes House dentro de solo unos meses.
Se trata de un edificio de casi 2.000 m² de superficie situado en el número 5 de la calle Amador de los Ríos, justo enfrente del restaurante Saddle Madrid (el antiguo Jockey) y rodeado por los palacios del Ministerio del Interior: un edificio de los años sesenta reformado íntegramente en los últimos cuatro años por el prestigioso Estudio Lamela. Este estudio, fundado en 1954 por el arquitecto Antonio Lamela, está dirigido en la actualidad por su hijo Carlos y ha firmado hitos de la arquitectura española reciente como la construcción de las terminales T4 y T4S del Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas (en colaboración con la firma británica de arquitectura Rogers Stirk Harbour + Partners), la nueva Terminal del Aeropuerto de Schiphol en Ámsterdam, la Terminal A del Aeropuerto de Varsovia, la Torre Astro de Bruselas, el Complejo Canalejas de Madrid o la anterior remodelación del estadio Santiago Bernabéu (que permaneció en vigor desde 1988 hasta 2021).
Carlos Lamela (Madrid, 1957) está “encantado” de que este edificio –que albergó hasta hace unos años la Asociación Española contra el Cáncer– se vaya a convertir en la sede de la primera Forbes House del mundo. “Forbes es una de las cabeceras más importantes del planeta, un sinónimo de calidad. Cuando empresas de la categoría de Forbes ocupan nuestros edificios nos gusta mucho porque, en definitiva, la identidad de la marca queda ligada al proyecto”, explica. “Nosotros entramos en este edificio a través de Primework –añade Lamela–, una promotora privada que se dedica a comercializar inmuebles de muy alto nivel. Ellos compraron el edificio que estaba situado en un lugar fantástico de Madrid, enfrente del que ha sido el mejor restaurante de Madrid, Jockey. Se trata de una localización muy singular en una calle muy bonita de Madrid, al lado del Ministerio del Interior”.
Lamela comenta que cuando recibió el encargo por parte de la propiedad, sus responsables le dijeron que querían “una ‘pequeña joya’ desde el punto de vista arquitectónico”. Y la joya se ha materializado, pese a las dificultades que acarreaba el proyecto. “Hemos logrado que el edificio ofrezca una fachada muy singular. Se pretendía que solamente se viera piedra y vidrio y que su carpintería metálica quedase oculta. Da la sensación de que los vidrios van de lado a lado y que se les han puesto por delante los elementos de piedra, que son, además, elementos monolíticos, es decir, de una sola pieza de piedra torsionada. Estos elementos le dan un juego estético muy interesante a la fachada, que también tenía que encajar en el aspecto general de la calle, con los edificios clásicos que tiene a un lado y a otro”, comenta.