1. Una de las principales habilidades de una líder es la colaboración. El trabajo en equipo supone una oportunidad para fomentar el compañerismo y poner ideas sobre la mesa, algo en lo que las mujeres siempre han destacado. Saben escuchar, agradecer y valorar las opiniones de los demás a la hora de poner en marcha un proyecto.
2. El sentido de la organización siempre ha sido un plus para ellas. Normalmente hacen uso de las herramientas que tienen a su alrededor para establecer un orden que facilite el trabajo. Se podría decir que son amantes de agendas, listas, notas o recordatorios que al final de cada jornada recogen sus ideas una por una. Siempre tienen todo bajo control.
3. Tienen una gran facilidad para identificarse con los demás. Ponerse en la piel de otra persona no siempre es fácil, pero las grandes líderes trabajan por llegar a comprender a su equipo y que confíen en ellas. Es uno de los rasgos que definen a las mujeres: la comprensión.
4. Siempre luchan por mejorar y continuar con su aprendizaje. Las mujeres a las que nos referimos supieron levantarse y luchar cuando las cosas iban mal, cuando recibían una negativa y cuando no apostaban por su trabajo. Hoy las grandes decisiones pasan por sus manos, como Marjorie Scardino en Twitter o Sheryl Sandberg en Facebook.
5. Considerando lo dicho anteriormente podemos llegar a la conclusión de que la mujer tiene una gran responsabilidad social en lo referente a su propio equipo y a la sociedad en general. Quieren un entorno laboral agradable y un ambiente personal que propicie su evolución.