El Índice de Gestores de Compras de servicios (PMI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos se moderó ligeramente en febrero hasta los 52,3 puntos desde los 52,5 registrados al comienzo del año, si bien mejora el dato preliminar arrojado de 51,3 puntos, según ha desvelado este martes S&P Global.
Así, las empresas estadounidenses han informado de un aumento de la actividad por decimotercero mes consecutivo, lo que las ha permitido avanzar «con solidez» al segundo mayor ritmo de los últimos siete meses y encadenar cuatro meses de subidas.
No obstante, el crecimiento total de los nuevos pedidos ha sido el más débil de los últimos tres meses, ya que los encargos desde el extranjero volvieron a entrar en el terreno de contracción.
Después, la presión sobre la capacidad potencial se ha disipado al reducirse la cartera de pedidos, circunstancia a la que ha contribuido un nuevo aumento del empleo. Sin embargo, la confianza empresarial ha caído a su nivel más bajo desde el pasado mes de noviembre y se ha situado por debajo de la media a largo plazo de la encuesta.
En cuanto a los precios, la inflación de los costes de los insumos ha vuelto a reducirse hasta alcanzar la tasa más baja desde octubre de 2020. Las empresas trataron de repercutir los mayores costes a los clientes, lo que provocó que los precios de venta subieran a una velocidad más acusada, aunque sigue siendo uno de los más bajos desde principios de 2020.
«La aceleración se produjo a pesar del enfriamiento del crecimiento de los servicios financieros, vinculado a la reciente rebaja de las expectativas de recorte de tipos», ha indicado el economista jefe de S&P Global Market Intelligence, Chris Williamson.
En este sentido, el analista ha añadido que la demanda tanto de bienes como servicios ha crecido gracias a las condiciones del mercado laboral y a la bajada de la inflación. Como nota negativa, Williamson ha subrayado que el repunte del crecimiento, que apunta a un PIB trimestral «vigoroso», ha venido acompañado también de un alza de los precios que podría poner en guardia a la Fed, incluso aunque haya sido de forma contenida.