El fraude al seguro con motivo de fenómenos meteorológicos fue del 9% en 2023, lo que supone un abultado incremento respecto a 2013, cuando apenas representaba el 2%, según se desprende del ‘XI Mapa Axa del Fraude en España’, publicado este martes.
A pesar del notable incremento respecto a hace 10 años, el fraude se encuentra por debajo de los picos registrados en 2020 y 2021, cuando llegaron al 11%, alguno de ellos como consecuencia de Filomena.
«El aumento de la intensidad de determinados fenómenos climáticos y su utilización como coartada para tratar de cometer fraude es un desafío para todo el sector», concluye Axa.
Atendiendo a la naturaleza climática del fenómeno, los casos de fraude que utilizan como excusa los daños por lluvia se han multiplicado por ocho en la última década; aquellos que aducían daños por viento, por más de cinco, mientras que los casos de fraude a causa del pedrisco o la nieve, aunque también han aumentado en los últimos años, lo han hecho de una forma más moderada.
En cuanto a la distribución geográfica de la evolución de los casos de fraude por eventos climáticos en los últimos años, el mayor incremento se observa en toda la costa mediterránea. Prácticamente, en todas las provincias costeras se ha producido un aumento de los intentos de fraude al seguro por estos motivos que van del 200% al 800% en zonas como Murcia o Tarragona.
Por su parte, en todo el Este peninsular, pese a que también han aumentado los casos de intentos de fraude al seguro por causas meteorológicas, su evolución ha sido significativamente menor que en las regiones antes mencionadas.
La tasa total de fraude detectado en el sector se mantuvo estable el año pasado en el 1,9%, también sin grandes cambios desde la pandemia.
En 2023 Axa evitó pagos indemnizatorios fraudulentos en todos sus ramos (Vida y No Vida, Particulares y Empresas) por un importe total de casi 84 millones de euros, frente a los 78,6 millones que se evitaron el año anterior. A principios de la década pasada, este importe apenas superaba los 60 millones; sin embargo, la tendencia ha ido en aumento en todo el periodo.
Autos continúa siendo el área de negocio que concentra el mayor porcentaje de fraude al seguro, aunque ha sufrido un gran descenso en los últimos once años. En 2012, siete de cada diez casos de fraude al seguro se producían en el ramo del Autos. En la actualidad son cinco de cada diez. «Una de las principales razones de que Auto sea el ramo más afectado es, sin duda, el hecho de que sea el único seguro obligatorio, lo que multiplica el número de fraudes potenciales», explica la aseguradora en su informe.
En 2023, el 57,1% del total de fraude detectado fue el considerado «oportunista», es decir, el que aprovecha un siniestro real para reclamar daños preexistentes, anteriores o exagerar consecuencias. Otro 39,4% corresponde a fraude con premeditación. El peso de las tramas organizados en el total de los casos es relativamente menor, apenas el 3%.