La reducción de la jornada laboral máxima legal hasta las 37,5 horas sin merma salarial podría afectar a ocho millones de asalariados, según se desprende del último ‘Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo’ elaborado por BBVA Research, Fedea y Sagardoy Abogados a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
En el estudio también se muestra que, sin medidas compensatorias que alivien el aumento estimado de los costes laborales — 1,5% del Producto Interior Bruto–, el recorte del tiempo de trabajo restaría en torno a 7 décimas al crecimiento medio anual del PIB durante el próximo bienio, una décima más que la previsión realizada por BBVA Research en un estudio en diciembre.
El observatorio, presentado este jueves en Sevilla por el responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Domenéch, y el investigador de Fedea, Florentino Felgueroso, también muestra que esta reducción de jornada sin medidas compensatorias restaría 8 décimas el empleo entre los años 2024 y 2025.
LA CREACIÓN DE EMPLEO CONTINUÓ A MENOR RITMO A FINALES DE 2023
En el estudio también se muestra que, en el cuarto trimestre de 2023, la creación de empleo continuó, pero a menor ritmo. El avance en la ocupación se debió sobre todo al colectivo de asalariados del sector público y a los trabajadores por cuenta propia, mientras que el empleo asalariado del sector privado apenas cambió.
La creación de empleo impulsó las horas trabajadas por el conjunto de los ocupados, que aumentaron un 0,7% trimestral CVEC, mientras que las horas por ocupado, que habían disminuido en el tercer trimestre, se estabilizaron en el cuarto.
A su vez, la ocupación y las horas trabajadas continuaron por encima de los registros prepandemia, mientras que las horas por ocupado se mantuvieron por debajo.
De otro lado, la productividad real por ocupado cayó, pero menos que en el trimestre precedente, y se situó un 1,4% por debajo del nivel anterior a la pandemia.
SIN VARIACIÓN EN LA TASA DE PARO
El ‘Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo’ señala también que la tasa de paro no varió a pesar de la estacionalidad desfavorable en el cuarto trimestre del año. Así, la incidencia del desempleo de larga duración se redujo cinco décimas hasta el 43%.
La revalorización salarial se moderó, pero el crecimiento interanual de los costes laborales unitarios superó el 6%, mientras que la tasa de vacantes volvió a aumentar hasta niveles no vistos desde mediados de 2010.
Durante 2023, el porcentaje de asalariados con contrato temporal apenas varió como consecuencia de la caída de las conversiones de contratos temporales en indefinidos, entre otros factores, por lo que en el estudio se indica que los efectos de la reforma laboral de 2021 sobre la tasa de temporalidad se concentraron en su primer año de vigencia.
Las empresas de trabajo temporal aglutinaron cerca del 75% de la contratación fija discontinua en 2023, mientras que los fijos discontinuos representaron un 42% de los contratos gestionados por las Empresas de Trabajo Temporal.
MUESTRA CONTINUA DE VIDAS LABORALES
La Muestra Continua de Vidas Laborales muestra que 2,2 millones de afiliaciones tuvieron un contrato fijo discontinuo en algún momento de 2022, un 22,4% de los trabajadores que dieron de alta una nueva afiliación.
El número de bajas de afiliación a la Seguridad Social por abandono voluntario continuó aumentando en 2023 y, tras la reforma laboral, los indefinidos ordinarios se han convertido en el tipo de contrato mayoritario entre las bajas por abandono voluntario.