El Gobierno encabezado por la primera ministra Georgia Meloni se encuentra en conversaciones preliminares con inversores italianos, ucranianos e indios para explorar la posibilidad de su entrada en el accionariado de Acciaierie d’Italia, la principal siderúrgica del país.
De esta forma, según fuentes familiarizadas con el asunto consultadas por ‘Bloomberg’, Roma estaría estudiando la conformación de un consorcio para gestionar la planta sita en Tarento (sur de Italia) que podría incluir a la ucraniana Metinvest o la india Vulcan Green Steel, integrada dentro de Jindal Steel.
A este respecto, ArcelorMittal protestó el pasado lunes ante el Gobierno italiano por no ser informada de la apertura del procedimiento burocrático para situar bajo administración especial Acciaierie d’Italia, lo que acabaría con su rol en la gestión de la fábrica.
La acerera censuró que no se le comunicase la iniciativa, máxime cuando en las últimas semanas se habían abierto conversaciones para la salida ordenada de ArcelorMittal de la planta, donde cuenta con una participación del 62%. El 38% restante está en manos de la entidad pública Invitalia.
El propio Ejecutivo ya manifestó a mediados de enero su intención de hacerse con la fábrica, que ha calificado de interés estratégico, después de reunirse con organizaciones sindicales. Esta consideración facultaría al Estado a ponerla bajo la figura de la administración especial, incluso a pesar de la oposición de actores privados.
En cualquier caso, ya se anticipó que la medida sería de carácter temporal y que requeriría de un préstamo puente de 320 millones de euros para garantizar la continuidad de las operaciones de la empresa.
Acciaierie d’Italia da empleo actualmente a unas 10.000 personas, aunque funciona por debajo de su capacidad por los altos costes energéticos y la debilidad de la demanda, ya que produce menos de cuatro millones de toneladas de acero anuales cuando podría alcanzar cerca de los diez millones.