Las acciones de Repsol han abierto este jueves liderando los ascensos del Ibex 35, al avanzar un 5,48%, con la acción a 14,43 euros cercanas las 9.20 horas, después de presentar sus cuentas de 2023 y anunciar que destinará 10.000 millones de euros al accionista y lanzar un plan inversor récord de hasta 19.000 millones a 2027.
De esta manera, las títulos de la compañía han arrancado la negociación a un precio de 14,155 euros la acción y con un alza del 3,47%, aunque minutos después aumentaban su impulso al 5,48%, hasta intercambiarse a 14,43 euros.
La empresa informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) antes de la apertura del mercado de que invertirá una cifra récord de entre 16.000 y 19.000 millones de euros en los próximos cuatro años (2024-2027) para acelerar su plan de trasformación hacia una compañía cero emisiones netas y protagonista en la transición energética.
Todo este esfuerzo inversor se verá acompañado de una rentabilidad garantizada para su accionista, con una retribución de 10.000 millones de euros, a través del pago del dividendo en efectivo (4.600 millones de euros) y de la continuidad en los programas de recompra de acciones durante el periodo -unos 5.400 millones de euros-, según la actualización del plan estratégico presentado por la compañía.
La nueva ‘hoja de ruta’ del grupo, después de pulverizar con dos años de antelación gran parte de los objetivos marcados en la anterior, incide así en el camino de profundizar en una transición energética rentable de la compañía y en priorizar «las inversiones en el actual portafolio integrado de activos de calidad y en iniciativas bajas en carbono, así como una atractiva retribución al accionista y el mantenimiento de la fortaleza financiera», indicó la compañía.
De estas inversiones, cuya situación en la parte alta o baja de esa horquilla de 16.000-19.000 millones de euros se modulará en función del escenario macroeconómico, la evolución de la tecnología y de la regulación, la madurez de los proyectos y el avance en la rotación de activos y las desinversiones previstas, el 60% tendrá por destino la Península Ibérica, mientras que Estados Unidos supondrá el 25%, los dos grandes focos geográficos para el grupo.
Repsol acelera así su plan inversor para los próximos años, ya que en el último preveía unas inversiones de 19.300 millones de euros, aunque en un periodo de cinco años (2021-2025).
Este aumento de la retribución a sus más de 520.000 accionistas y de las inversiones hasta 2027 estará respaldado por una sólida generación de flujo de caja operativa, que ascenderá hasta 29.000 millones de euros en el conjunto de los cuatro años, y en el bajo nivel de endeudamiento de la compañía, que se cifra en 2.096 millones de euros a 31 de diciembre de 2023 –6,7% sobre el capital empleado–.
Por su parte, Repsol obtuvo un resultado neto de 3.168 millones de euros en 2023, lo que representa una caída del 25,5% con respecto a los 4.251 millones de euros ganados en el ejercicio anterior.
El beneficio neto ajustado del grupo, que mide específicamente el desempeño de los negocios, ascendió a 5.011 millones de euros, con un descenso del 26% con respecto a los 6.774 millones de euros de 2022.
El flujo de caja de las operaciones durante el año 2023 del grupo ascendió a 7.064 millones de euros, 1.859 millones de euros inferior respecto al de 2022.
En lo que respecta a la deuda neta de Repsol, al cierre del año se situó en 2.096 millones de euros, 160 millones de euros inferior a la del cierre de 2022. El ratio de apalancamiento de la compañía a finales de 2023 se situó en 6,7%, frente al 8,0% al cierre de 2022.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, señaló que 2023 fue «un año extraordinario», en el que el grupo alcanzó esos 7.064 millones de euros de flujo de caja de las operaciones, «la segunda mayor cifra en nuestra historia en medio de un entorno incierto y volátil».