En la era de la digitalización, la Inteligencia Artificial (IA) está transformando cada rincón de nuestras vidas, y también de las empresas. La IA ha emergido como una fuerza motriz que está detrás de una revolución empresarial sin precedentes en el siglo XXI. Esta revolución, marcada por la capacidad de las máquinas para aprender y tomar decisiones estratégicas, plantea interrogantes sobre la preparación de las organizaciones para enfrentarse a esta transformación. ¿Están preparadas para formar parte de esta revolución o se encuentran ante un desafío que podría definir su supervivencia en el competitivo mundo empresarial?
Con el objetivo de abordar la magnitud de esta nueva era tecnológica y analizar cómo las organizaciones están afrontando el desafío de integrar de manera efectiva la IA en sus operaciones, estrategias y culturas empresariales, Forbes organizaba un encuentro el pasado 18 de enero en la sede de la Fundación Pons de Madrid y moderado por el periodista Pablo Caño. En él participaron Rafael Blesa, director general de Sistemas de la Información de Naturgy; Javier Lázaro, director del Digital Hub de Ferrovial; Miguel Tablado, CTO de Aplicaciones, Data e Inteligencia Artificial de Kyndryl Consult; José Aurelio Guerra, director de IT de GXO Iberia; y Albert Farré, Head of Business Excellence, Data & Digital Customer Engagement de Novartis.
Como primera reflexión de esta mesa de debate, quedó claro que el escenario que dibuja la Inteligencia Artificial es inmenso y que ha llegado para quedarse. Desde la compañía de energía Naturgy, destacaban el ritmo de aceleración de esta tecnología en los últimos meses, y que tendrá “un gran impacto no sólo a nivel empresarial sino también a nivel de sociedad”, como afirmaba Rafael Blesa. Para Miguel Tablado, de Kyndryl Consult, la IA “viene a cubrir una necesidad y abre un mundo de posibilidades que antes no teníamos»; a lo que Albert Ferré, de Novartis, añadía que “viene a mejorar nuestro día a día con nuevas soluciones”.
Los participantes de este encuentro reflexionaban también y coincidían en la importancia de la parte ética y el uso responsable de la IA en las empresas, algo a lo que contribuirá la Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea. Una responsabilidad social, que debe extenderse en las formaciones también de las plantillas, como destacaban desde Novartis.
Y es que, si miramos al presente más inmediato, “va a venir un tsunami de IA y los clientes nos trasladan su preocupación por estar al día y no quedarse rezagado en esta revolución”, aseguraba Tablado. En la misma línea, el director del Digital Hub de Ferrovial Javier Lázaro apuntaba que “los negocios están reclamando la IA porque ven su aplicación en la calle, por lo que nuestro periodo de impulsarlo ha durado poco”. Para este directivo, la clave ahora está en “cómo ordenar todo esto, para lograr el máximo valor reduciendo los riesgos asociados al uso de la IA”
¿Cómo la IA está transformando las empresas?
Precisamente, si intentamos aterrizar el impacto de la IA en el mundo empresarial, una de las transformaciones que está realizando esta tecnología es afrontar los problemas de una forma diferente, así como anticiparse a futuros escenarios. Dentro del sector energético, Blesa destacaba cómo la IA ayuda a Naturgy a la optimización de la gestión de los activos: centrales de generación, parques eólicos, etc. “Antes lo hacíamos en base a la documentación del fabricante, ahora con la IA podemos predecir cuándo el activo se puede averiar y tú puedes actuar para prevenir”, explicaba, algo que permite también optimizar costes y mejorar la calidad de suministro.
En el ámbito de la logística, GXO Iberia tiene dos prioridades fundamentales donde la IA les está ayudando: mejorar la seguridad laboral y aumentar la eficiencia de los procesos. En este último aspecto, están avanzando en modelos predictivos para minimizar los tiempos de los procedimientos, facilitar las tareas en el almacén, y agilizar la cadena de suministro en general. Respecto a la seguridad laboral, José Aurelio Guerra invitaba a pensar en “un ojo automático que supervise los movimientos de máquinas y personas en los centros para evitar accidentes laborales”. También desde Ferrovial usan la IA para mejorar tanto la seguridad de los conductores en las carreteras como de sus propios trabajadores. Asimismo, la constructora ya utiliza la IA en todas las fases de un proyecto, desde la evaluación, planificación, diseño y ejecución, hasta el mantenimiento. Todo ello, permite, por ejemplo, mejorar la eficiencia del consumo energético o el impacto en el medio ambiente del uso de los materiales. Además, Lázaro señalaba que la IA también logra predecir cómo van a ser los precios en el mercado, “lo que te permite hacer una oferta donde asumes menos riesgo y garantizas un mejor margen”, apuntaba.
En la industria farmacéutica, el abanico de posibilidades que trae la IA es inmenso. Desde Novartis, donde consideran que les va ayudar a conseguir su propósito como empresa, afirmaban estar “bastante avanzados” en la aplicación de esta tecnología en investigación y desarrollo. Hablamos de una IA predictiva que aplican, por ejemplo, en cómo realizar ensayos clínicos o en cómo identificar a los candidatos a determinados fármacos, tal y como ilustraba Farré. “Nuestra ambición es liderar esta transformación digital con IA en el ámbito sanitario, para desarrollar fármacos al servicio del paciente”, aseguraba.
Otra de las aplicaciones de la IA que está ganando terreno es la gestión de los datos. Sobre ello tienen mucha experiencia en Kyndryl Consult. Su CTO de Aplicaciones, Data e Inteligencia Artificial explicaba cómo la IA abre nuevas oportunidades en las aplicaciones empresariales, en la interpretación de datos y en la capacidad de gestión. Así, por ejemplo, se puede interpretar cómo distribuir mejor una carga de distintos modelos de coches en un camión que debe transportarlos o dónde hay una anomalía en una plantación de una cosecha que ha sido grabada con un dron. Kyndryl Consult apoya a sus clientes en este recorrido revolucionario con la creación de un laboratorio de IA para resolver casos de uso y, sobre todo, descartar pronto lo que no funciona. “Esto supone un ahorro”, decía Tablado.
De cara al cliente, las empresas también suman si cuentan con la Inteligencia Artificial. En el caso de Naturgy, utilizan la inteligencia generativa para, por ejemplo, analizar el sentimiento de las llamadas de sus clientes cuando antes lo hacían a través de una encuesta. La relación con el cliente también es fundamental para GXO Iberia, y por ello, uno de sus objetivos es cuidar y mejorar ese servicio, algo donde la IA puede aportar su tecnología y posibilidades. “Nos ayuda en la precisión y en la mejora de los procesos, en la gestión más eficiente de toda la operativa, en el almacén, en detectar errores durante el proceso de preparación, etc.”, explicaba Guerra, quien añadía que, para temas de robótica, GXO Iberia se apoya en socios para determinar soluciones.
Los participantes en este encuentro también se mostraron de acuerdo en la relevancia de sacar el potencial de la IA para el trabajo y gestión interna de cada compañía. “Creemos que su incorporación en el día a día va a facilitar extraer información valiosa para apoyar la toma de decisiones”, explicaba Blesa, de Naturgy. En esta tarea, una pregunta clave es si todos los sectores están preparados para la adopción de la IA. Desde Kyndryl Consult reconocían que hay ámbitos, como el sanitario, con una gran aceptación, donde, por ejemplo, un médico de familia puede dejar de escribir en el ordenador -porque eso se hará con IA- y estar más tiempo en contacto con el paciente. Sin embargo, en otros sectores con tareas repetitivas hay “más dificultad y habrá puestos de trabajo que van a tener que reinventarse”. Eso sí, aseguraban que no se van a destruir puestos de trabajo, sino que “las personas se dedicarán a otras cosas y no a tareas repetitivas”. Y más allá, del ámbito empresarial, Tablado, explicaba cómo la IA podrá potenciar la capacidad humana y el pensamiento crítico de los estudiantes en las universidades.
¿Qué retos hay sobre la mesa?
En un escenario en continuo cambio, uno de los principales retos planteados en esta cita fue la adaptación simultánea a los nuevos escenarios. En el ámbito de las infraestructuras, Lázaro señalaba que el reto ahora es ver cómo se incorpora la IA generativa en la empresa, “cómo cambia la interfaz entre los profesionales que tenemos en terreno, que recogen información -no siempre es fácil porque igual están en zonas sin cobertura- y las máquinas”.
En el caso del sector farmacéutico, Novartis reconocía que donde hay camino de mejora es en cómo tener más impacto en las interacciones con el sistema sanitario y el resto de actores del sector, es decir, en mejorar la colaboración público-privada. “Al final repercute en el paciente, ya que queremos que tenga el fármaco disponible lo antes posible”, decía Farré, quien observaba posibilidades infinitas de cara al futuro con el uso de esta tecnología. “Veo mucho cambio en el mundo de la prevención, mejorando el diagnóstico temprano, y luego fármacos personalizados”, decía.
Por su parte, el director de IT de GXO Iberia aseguraba que aún queda camino por recorrer en la robotización de los procesos en logística. “Darle IA a un robot lleva su tiempo, pero seguimos ese camino para mejorar toda la cadena de suministro”, afirmaba. En la misma línea, Lázaro de Ferrovial, vislumbraba la “combinación de máquinas pilotadas y autónomas. Es el futuro y estamos trabajando en ello”, para concluir diciendo que “el éxito de la IA llegará cuando no hablemos de ella porque eso significará que ya lo tenemos integrado”.
Mientras tanto, lo que está claro es que el potencial que trae consigo la IA es tremendo y es el momento de aprovechar sus oportunidades. Como decían desde Naturgy, “quien no lo haga, se quedará rezagado”.
