En un momento en el que la inmediatez y el ‘ahora’ ya es tarde, pequeños detalles como interesante en cómo está esa persona o darle las gracias se han perdido entre tanta urgencia. Sin embargo, tener una actitud honesta y agradecida con tu entorno laboral facilitará que logres una mayor reputación y refuerces las relaciones con clientes y proveedores, por lo que son aspectos a tener en cuenta y no perder.
Dar las gracias es una sencilla forma de atraer, ya que con este gesto reconocemos su voluntad y hace que los clientes se sientan más comprometidos. Valorar la confianza que determinada persona o empresa ha depositado en ti eligiendo tu negocio permitirá que vuelva a hacerlo en ocasiones futuras y, además, incidirá en unos mejores resultados y un mejor clima de trabajo, pues ser agradecido con los compañeros también es importante.
La clave de una actitud basada en la gratitud es no esperar nada a cambio. Es decir, aunque el cliente no haya comprado nada, es importante darle las gracias para que así no se vaya con la sensación de que solo te interesaba si se gastaba el dinero. Dar las gracias tiene un gran impacto en ambas partes, tanto en quien las da como en quien las recibe.
A la hora de dar las gracias, también es importante cómo se dan. No se puede ser agradecido con desgana, dándolas sin convencimiento y verdad porque esto se nota y pierde todo efecto. Para evitarlo, se debe hacer mirando a los ojos y con total seguridad. Además, si utilizas expresiones como “gracias por venir”, “gracias por confiar en nosotros” o “gracias por su compra” tiene más impacto en el cliente.