Puede resultar muy complicado pensar en emprender cuando se tiene un trabajo a jornada completa. Seguramente tengas grandes ambiciones y aspiraciones, pero la zona de confort que aporta tener un trabajo estable puede aprisionarte y apartarlas. Este es el momento en el que la pasión se convierte en un simple hobbie. La clave es renunciar, y no solo a tu trabajo, renunciar a la procrastinación, a las opiniones de los demás, a los lamentos, a conformarse y a las quejas. Estas son las señales que indican que estás preparado para renunciar a tu trabajo y perseguir tus sueños:
Cuentas con la inversión necesaria
No es solo cuestión de dinero, también es cuestión de tiempo y estructura. La inversión inicial es el requisito previo, por supuesto, pero no lo es todo. Es necesario contar con un mapa mental, un plan de negocios estable, un plan de marketing para promocionar tu producto o servicio, y que conoces los sistemas necesarios para llevar tu empresa adelante. Sí no puedes hacerlo por ti mismo, siempre puedes buscar ayuda para todo ello. Puedes construir un equipo, no es necesario que cargues con el peso del mundo bajo tus hombros, el liderazgo no es eso.
Cuentas con más de un producto o servicio
Muchos emprendedores tienen claro que necesitan contar con algo a la hora de embarcarse en una aventura empresarial, pero esto no es suficiente ni por asomo. El mercado es muy caprichoso, y para crecer y desarrollarte en él, necesitas contar con más de un as en la baraja. La clave está en profundizar al máximo para hacer crecer los márgenes de beneficio. Esto se puede hacer de muchas formas, es cuestión de ser creativos. Si quieres vivir de tu negocio, necesitas encontrar varias fuentes de ingresos.
No te incomodan las conversaciones financieras
Puede parecer una tontería, pero a muchas personas les incomoda hablar de dinero, o pensar en vender algo. Es necesario que seas experto en el valor de tu negocio. Si ves que tienes problemas a la hora de manejar tu dinero, puedes contratar a una persona que te guíe y que consiga que tu estructura financiera gane fuerza y confianza.
Entre muchas otras claves, estas son algunas de las señales que indicarán que estás preparado para lanzarte y echar toda la carne en el asador. Tu instinto es tu principal arma, aprovéchate de él.
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