En 1825, Louis Braille, ciego desde los cuatro años a causa de un accidente doméstico, ideó esta herramienta que se basa en una matriz de seis puntos dispuestos en dos columnas paralelas de tres puntos cada una, los cuales, escritos en relieve y combinados entre sí, forman todas las letras del alfabeto, los signos de puntuación y los números.
Además, algunos signos que representan letras acentuadas o específicas de cada idioma son diferentes, según la lengua en que se quiera escribir.
Este sistema también permite la notación musical, de manera que los músicos ciegos pueden leer las partituras en Braille, y representar signos de cualquier disciplina científica: matemáticas, física, química…. Con los años, el Braille se ha convertido en un sistema universal.