Longines presenta un nuevo Conquest V.H.P., un punto culminante en el ámbito del cuarzo que combina ultra-precisión con alta tecnología y espíritu deportivo, bajo el signo de la elegancia especifica de la marca. El movimiento, desarrollado en exclusiva para la marca, se distingue por su altísima precisión para un reloj analógico y su capacidad de reiniciar las agujas después de un golpe o una exposición a un campo magnético, gracias al sistema de detección de la posición de los rodajes.
La marca mantiene con el cuarzo una historia llena de innovaciones y proezas técnicas que comienza en 1954 con un primer reloj de cuarzo que establece un récord de precisión en el Observatorio de Neuchâtel. Así, en 1969 y debido a las competencias tecnológicas, Longines presenta el “Ultra-Quartz”, primer movimiento de cuarzo concebido para equipar relojes de pulsera. En 1984, Longines dio un enorme paso adelante al presentar el calibre de cuarzo que equipa al primer Conquest V.H.P., un movimiento que alcanzó un récord de precisión en aquella época.
Este modelo de acero indica horas, minutos y segundos. Cuenta con un contador de 30 minutos a las 3 horas, un contador de 12 horas a las 9 horas y un contador de 60 segundos en el centro. El manejo se ve facilitado por medio de la corona electrónica inteligente y dos indicadores distintos que permiten anticipar el fin de vida útil de la pila. Los cronógrafos Conquest V.H.P. cuentan con esferas de color azul, carbón, plata o negra; así como una pulsera de acero o de caucho en color azul o negro.