Una de cada cuatro personas estaría dispuesta a perder uno de sus cinco sentidos, y el 10% de los millenials sacrificarían su dedo meñique, antes que renunciar al smartphone. Así “hemos cambiado”, dice sonriente el presidente de la Consumer Technology Association (CTA), la desde este año centenaria organización impulsora del CES de Las Vegas, Gary Shapiro.
Esa es la cuestión clave en la que anda enfrascado hoy el sector tecnológico. ¿Qué va a ser aquello por lo que muchos estarán dispuestos a dejarse cortar un dedo dentro de unos años? ¿Seguirá siendo el móvil? El CEO de la compañía de procesadores Qualcomm, el brasileño Cristiano Amon, anuncia para 2024 casos de uso “increíbles” en los smartphone: en fotografía, en texting, en traducción. Pero…
Pero su apuesta es la inteligencia artificial (IA) on device, capaz de vivir “fuera del data center”, que aproveche el trabajo de la última década para conseguir procesamiento de alto nivel con poca y duradera energía. En esta computación acelerada por IA, el dispositivo es un asistente, la IA sabe dónde estás, quién eres, cuál es la información relevante, aprende de ti y se apoya en la nube para proporcionarte la respuesta adecuada.
¿La IA matará al móvil? Ha sido una de las preguntas recurrentes en el CES Las Vegas. La respuesta de Cristiano Amon es que la IA sabrá que debes ir a un sitio, porque conoce tu calendario y tu disponibilidad de coche, y llamará a un Uber o un taxi. ¿Qué importa si la aplicación se encuentra en tu smartphone, en la nube o en el coche (quién mejor que una IA conversacional para explicarte por qué debes llevarlo al taller y concertar la cita)?
Un nuevo paradigma, el móvil aumentado por IA, para el que se comienzan a imaginar nuevos mundos. Una buena parte de la innovación se está dirigiendo, hábilmente, hacia los sistemas de interacción con la máquina, las interfaces. La coreana Maum.ai ha adaptado su chatbot con apariencia humana M3 para que converse contigo en el coche, y el WIM Exoskeleton de WIRobotics usará IA embebida para ayudarte en las tareas más duras.
Meta, Google, Sony, HTC, por supuesto Apple, ultiman sus dispositivos de realidad virtual y aumentada para la nueva computación espacial. El valor estará en la IA. El CEO de Microsoft, Satya Nadella, habla de “empoderar a gente con una tecnología más intuitiva y fácil de utilizar”.
El sector del entretenimiento (vídeo, audio y juegos) liderará el gasto en software, que ya deglute el 32% de los 512.000 millones en ingresos de la tecnología de consumo en Estados Unidos. 3.000 millones de gamers en todo el mundo son una fuerza demasiado poderosa y, conforme crezca el metaverso y la realidad extendida, lo harán los juegos inmersivos. El futuro será más híbrido y social.
Walmart habla de potenciar la “relación digital con nuestros clientes cuando están comprando físicamente en las tiendas”, según su CEO, Doug McMillon. Bingo. Sus nuevas ideas, Scan & Go (escaneas los productos y sales sin pasar por caja) y Shop With Friends, son geniales, pero suenan ya 2.0.
Mucho más disruptivas son el Servicio In Home Delivery, que usa un algoritmo personalizado para reponer las cosas esenciales en la nevera del cliente, antes de que éste llegue a casa, y su alianza con Microsoft para que ChatGPT te haga la lista de la compra y la encargue porque, como dice Satya Nadella, “te entiende”.
Uno de los históricos del sector tecnológico, Intel, proclama en boca de su CEO, Pat Gelsinger, que los LLM (modelos de lenguaje extenso, uno de los pilares de la IA generativa) “están comprimiendo internet dentro de ellos, estamos creando un nuevo valor económico”. Y sólo estamos en los primeros días del Li-Fi.
La IA también transformará nuestra forma de relacionarnos con el PC. Estamos en un momento definitorio en materia de efectos visuales, capacidades de comunicación, casos de uso de audio, transcripciones en texto, “tendrás todo esto reunido en tu PC local y en tus datos locales”.
Intel se frota las manos con el potencial de sus CPU aumentados por IA para competir con los todopoderosos GPU que lidera Nvidia. Basta con entrenar un modelo de lenguaje pequeño (SLM) para las aplicaciones locales.
Verdaderamente parecía impensable que una tendencia tecnológica fuera capaz de desbancar a poderosos drivers como la sostenibilidad, la accesibilidad e incluso la igualdad de género, pero la IA es descomunal (sin buenos y abundantes datos, tendrás que esperar un tiempo, muchas grandes compañías están en shock ahora mismo).
Hasta el taxi volador de Xpeng AeroHT queda empequeñecido. Entre las propuestas innovadores premiadas en el CES, las “gafas audibles” de EssilorLuxottica son un prodigio, Exeger presenta células solares completamente customizables, Jackery lleva el robot solar autoalimentado de Marte a tu jardín y Midbar presenta Air Farm, una granja portátil e hinchable que puede hacer crecer alimentos de forma sostenible en desiertos.
“Estamos luchando hoy contra propuestas en el Congreso de EEUU que realmente obligan a usar tecnología del siglo XX en un entorno del siglo XXI”, sostiene Saphiro. El asunto de la regulación aparece en todas y cada una de las charlas. ¿Hablamos de blockchain y metaverso? Cuéntame cómo va la normativa.
Tiene razón Cristiano Amon al decir que las compañías que han venido trabajando en el sector del móvil, habituadas a la miniaturización, la eficiencia energética y el control del calor están mejor preparadas para esta era de la IA on device que supera todas las expectativas, incluso las suyas propias.
En nuestro país tenemos grandes innovadores en los campos que van a definir la nueva tecnología, como la fotónica. Es una oportunidad única pensar más allá, aspirar a ser algo más que meros proveedores y pensar ya en un esquema de un mundo aumentado por la IA. Abandonemos la mentalidad de bazar.