El banco estadounidense Wells Fargo se anotó un beneficio neto atribuido de 17.982 millones de dólares (16.413 millones de euros) en el año 2023, lo que supone una mejora del 43,1% en comparación con el resultado contabilizado por la entidad en 2022.
Los ingresos del banco alcanzaron los 82.597 millones de dólares (75.390 millones de euros), un 11,1% más que el año pasado, con un incremento del 16,5% de los ingresos por intereses netos, hasta los 52.375 millones de dólares (47.805 millones de euros). La facturación ajena a los intereses se situó en los 30.222 millones de dólares (27.585 millones de euros), un 2,7% más.
Wells Fargo registró también un impacto adverso de 5.399 millones de dólares (4.928 millones de euros) en relación con el riesgo de crédito, esto es, un 252% más que la partida destinada a provisiones en 2022.
Ya solo entre octubre y diciembre, las ganancias fueron de 3.160 millones de dólares (2.884 millones de euros), mientras que la cifra de negocio se quedó en los 20.478 millones de dólares (18.691 millones de euros). Estas cantidades fueron un 9,8% y un 2,2% superiores a la equivalente de doce meses antes.
En cuanto a la ratio de capital CET1, la que mide los activos de mayor calidad, fue del 11,4%, ocho décimas más que a fines de 2022. Después, la rentabilidad financiera (ROE, por sus siglas en inglés) repuntó al 7,6%, cinco décimas más.
«Aunque la mejora de nuestros resultados en 2023 se benefició de la solidez de la coyuntura económica y de la subida de los tipos de interés, también contribuyeron de forma importante nuestra continua atención a la eficiencia y la firme disciplina crediticia», ha valorado el consejero delegado de Wells Fargo, Charlie Scharf.