El Ministerio de Transportes de Japón ha anunciado medidas de seguridad de emergencia para reforzar el control del tráfico aéreo tras la colisión entre un avión comercial y una aeronave de la Guardia Costera en el aeropuerto de Haneda en Tokio el 2 de enero, que provocó la muerte de cinco personas.
Entre las nuevas medidas se prevé que los controladores aéreos den permiso de despegue a los pilotos sin decirles su número en la fila por el momento, ya que se cree que la aeronave de la Guardia Costera entró por error en la pista después de que su piloto malinterpretara la frase «número 1» como autorización para despegar.
La frase se utiliza para indicar a los aviones que son los siguientes en la fila para despegar, según ha explicado la emisora estatal NHK. Esta medida se aplicará en Haneda y otros aeropuertos de Japón.
Además, el Ministerio dará instrucciones a las aerolíneas para que sus tripulaciones vigilen de cerca las pistas desde la cabina durante el despegue y el aterrizaje. Las autoridades también harán que los pilotos conozcan mejor los términos de control del tráfico aéreo para entrar en las pistas.
Otras medidas incluyen el uso de colores más vivos para las líneas de parada antes de las entradas a las pistas en Haneda, Narita, Osaka, Kansai y otros aeropuertos.
Tras el accidente, el departamento de Transporte japonés estableció un nuevo puesto de control aéreo encargado de vigilar constantemente una pantalla para confirmar la ubicación de los aviones en Haneda, siendo una medida que se introducirá en otros aeropuertos, incluidos Narita y Kansai.
Por último, se prevé crear un grupo de expertos externos para estudiar la forma de concienciar a pilotos y controladores aéreos, así como la necesidad de revisar las actuales comunicaciones de control aéreo, según NHK.
LA PISTA AFECTADA, REABIERTA DESDE EL LUNES
Desde el pasado lunes, el aeropuerto de Haneda reanudó las operaciones en la pista donde la semana pasada se produjo el accidente.
El Ministerio de Transportes explicó que, dependiendo de la dirección del viento, el número de vuelos que aterrizaran y despegaran de la pista podría mantenerse en niveles inferiores a los habituales debido a un posible fallo en los equipos que envían señales a los aviones que aterrizan.
Asimismo, más aviones de lo normal volarán a baja altura sobre el centro de Tokio durante aproximadamente un mes hasta que se reparen algunas lámparas dañadas a lo largo de la pista.