La Unió Llauradora ha asegurado este martes que el año 2023 concluye con una nueva pérdida de superficie cultivada en la Comunidad Valenciana de casi 2.000 hectáreas respecto a 2022, que se eleva a más de 16.000 hectáreas si se suman los últimos cuatro años, justo desde la fecha de inicio de la pandemia. La información está elaborada con los datos de la Encuesta de Superficies y Rendimientos de los Cultivos (Esyrce).
Según ha informado la entidad agraria en un comunicado, la pérdida de superficie cultivada en 2023 es de 1.953 hectáreas, entre la que destaca el descenso de los cultivos herbáceos con los cereales de grano a la cabeza (3.802 hectáreas menos) y forrajeras (-1.905), mientras que aumentó en leguminosas de grano (2.017 más), hortalizas y flores (+570) y cultivos industriales (+265).
Ese incremento de las leguminosas de grano viene motivado porque la nueva PAC «impulsa su cultivo a través de la condicionalidad reforzada, ecorregímenes y ayuda asociada a la producción de cultivos proteicos y, por tanto, parte de la bajada del cereal ha ido al aumento de este cultivo», ha explicado La Unió.
Por otra parte, ha detallado que la superficie de cultivos leñosos decreció (1.042 hectáreas menos) debido a que los descensos en cítricos (-1.737), viñedo (-921) y otras tierras de cultivo (-686) fueron mayores que los aumentos de los demás cultivos.
Los cítricos y los frutales son los que más superficie ocupan en el territorio valenciano, al alcanzar entre los dos grupos prácticamente la mitad del total de tierras de cultivo (un 49,4 por ciento). Hay 154.157 hectáreas cultivadas de cítricos en la Comunitat Valenciana y 152.983 de frutales no cítricos.
Si se comparan los datos durante los últimos cuatro años, la cifra de pérdida de superficie cultivada es de 16.030 hectáreas. De cítricos se han dejado de cultivar 6.199 hectáreas; 4.494 de cereales; 2.708 de viña; 2.143 de frutales no cítricos; 2.024 de hortalizas y flor, 1.308 de forraje y 926 de olivar.
La superficie total cultivada en la Comunitat Valenciana es de 622.144 hectáreas. Si se suma la cultivada y no cultivada (forestal, prado y pastizales y otras superficies, donde se incluyen las tierras baldías), se mantiene estable en las 2.326.000 de los últimos años.
RECHAZO DE ENMIENDAS
Para la organización, la «negativa» del Gobierno de la Generalitat formado por PP y Vox a aprobar las enmiendas que ha propuesto a los presupuestos agrarios de 2024 es «un nuevo freno a la sangría de pérdida de superficie cultivada en el territorio valenciano». Las propuestas, que buscaban asignar fondos «significativos» a políticas directas de apoyo a agricultores y ganaderos, «fueron rechazadas, dejando desprotegidos a miles de productores en la Comunitat Valenciana», denuncia La Unió.
La organización proponía modificaciones en los presupuestos de la Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca por valor de 9,9 millones de euros «para destinar recursos a medidas socioeconómicas que beneficiarían a las personas agricultoras y ganaderas en un momento desafiante, marcado por los efectos de la sequía, el conflicto en Ucrania y la creciente presión de los costes de producción».
El secretario general de La Unió, Carles Peris, ha criticado que esta «nueva pérdida de terrenos de cultivo, unida a la de los últimos años, pone de manifiesto que hay que adoptar políticas en clave autonómica para evitar esta situación y ayudar a mantenerse en sus explotaciones a los agricultores y ganaderos profesionales. Mimetizar las políticas estatales y europeas sin hacer nada más con presupuesto propio de la Conselleria de Agricultura es dejar morir al enfermo».